IU: “las empresas que abandonen deberán devolver las subvenciones recibidas”

www.daimiel.org. – El portavoz y concejal de Izquierda Unidad, Galo Sánchez Bermejo mostró su apoyo y el de su formación a los trabajadores de Sáez Merino. Sin embargo, denotó su recelo ante futuros casos que pudieren dejar un reguero de desempleados. La preocupación de IU radica en los hipotéticas prácticas de grandes empresas que ante dificultades económicas o mayores facilidades de negocio en otros ámbitos geográficos opten por abandonar Daimiel, agraviando a los trabajadores. De ahí que Sánchez Bermejo advierta de que si se vuelve a repetir un cierre como el del grupo textil valenciano, estarán “vigilantes” para que estas empresas devuelvan las subvenciones que han recibido por su implantación en Daimiel.

Medio Ambiente

En la misma rueda de prensa, el portavoz de IU corroboró su visto bueno al pacto propuesto por Movimiento por Las Tablas y el Guadiana que pretende que el municipio se manifieste con una sola voz ante los problemas hídricos. Iniciativa que, recordaba, propuso en su momento y que el equipo de Gobierno rechaza sistemáticamente esgrimiendo que esa labor ya la ejerce la Comisión de Medio Ambiente. Respuesta insuficiente, en opinión de Sánchez Bermejo, “ya que esta comisión la componen únicamente los grupos políticos y se reúne en contadas ocasiones”.

Críticas a la política medioambiental que extendía a la gestión del brote de botulismo en la laguna de Navaseca. Sánchez Bermejo echaba de menos una comparencia pública del concejal del área explicando qué medidas se han tomado al respecto desde el Consistorio. A su entender, “si tienen que ser los técnicos los que den la cara, para qué están nuestros representantes”,

Pleno de octubre

En el repaso de la última sesión plenaria, el concejal de IU arremetió de nuevo contra el sistema de contestar a las preguntas de la oposición el mes siguiente. Sin especificar si las plantearán en la Junta de Portavoces tal y como sugirió el alcalde, Galo Sánchez Bermejo entiende que esta situación es un ataque al espíritu democrático y una muestra de debilidad del equipo de Gobierno. Por todo ello anunciaba “una guerra absoluta” si la modificación de los reglamentos de Régimen Interior y de Participación Ciudadana -suscitada por una moción de su grupo- rebaja las condiciones de los actuales de interpelación y control al ejecutivo municipal.