Los máximos responsables de CCOO e Izquierda Unida, José Luis Gil y Daniel Martínez, respectivamente, han reclamado hoy que el Estado se dote de mecanismos para garantizar que las familias que se queden sin ingresos perciban algún tipo de renta que les permita "vivir con dignidad".
(EFE)El secretario general de CCOO de Castilla-La Mancha, José Luis Gil, durante una rueda de prensa. EFE/Archivo
Así lo han planteado hoy Gil y Martínez en una comparecencia ante los medios de comunicación en un receso de su primera reunión de trabajo desde que el segundo fuera elegido coordinador regional de IU en sustitución de Cayo Lara.
Los dos dirigentes han constatado que coinciden "con matices" en el diagnóstico de la situación económica y en una serie de principios básicos, entre ellos, que los trabajadores no pueden ser quienes paguen una crisis que no han provocado, que urgen medidas estructurales para cambiar el modelo productivo de la región y que quienes se hayan quedado sin empleo y sin prestaciones no pueden quedar desatendidos.
Según los cálculos de CCOO, entre los que nunca la han cobrado la prestación por desempleo y los que han dejado de percibirla, son ya 55.000 los castellanomanchegos sin empleo que no tienen ningún tipo de prestación, una cifra "realmente preocupante", a juicio de José Luis Gil.
La solución de Izquierda Unida es una renta básica mensual para esas familias, cifrada en torno a los 500 euros.
Por su parte, CCOO ha abierto un proceso de reflexión para determinar de qué manera quienes se queden sin empleo y sin prestación pueden obtener unos "ingresos razonables" que les permitan "vivir con cierta dignidad".
Gil ha manifestado que le da igual como se llame esa fórmula, pero ha aseverado que debe ser eficaz y que CCOO no quiere una renta de beneficencia, sino derechos de los trabajadores y actuaciones decididas de las administraciones.
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