Florencio R. Mariblanca Cartas al director 29/08/06
lanzadigital.com
Ésta es una de esas paradojas que a veces nos encontramos en la vida. Cuando un buen número de españoles buscan el lugar donde reposan los restos de alguno de sus seres queridos muertos en la guerra, yo sé dónde están sepultados los de casi un centenar de hombres de diferentes pueblos de la provincia de Ciudad Real, pero no consigo encontrar a sus familiares vivos.
En el cementerio de Villamesías (Cáceres) hay enterrados, en una fosa común, más de noventa milicianos de la provincia de Ciudad Real que el día 2 de agosto de 1936 murieron en los alrededores de esa localidad de resultas de un enfrentamiento con tropas del regimiento de Argel, de guarnición en Cáceres (ver LANZA de 2-8-2006). Mucho trabajo ha costado encontrarlos porque hasta hace poco tiempo sólo contaba con los pocos datos proporcionados por algunos testigos que escaparon de la refriega: que formaban parte de lo que en su día se conoció como “La columna de Miajadas” y que fueron ametrallados cuando iban en un convoy formado por unos doce o catorce camiones. Llevados sus cuerpos al citado cementerio, fueron enterrados en un gran hoyo, excavado al efecto, donde aún reposan sin placa ni otro indicativo que haga constar su presencia; sólo se sabe que existe dicha fosa por referencias de los más ancianos de la localidad.
Hasta ahora el lugar ha sido respetado, pero sería necesario dignificar ese espacio del cementerio colocando en él alguna inscripción que dé fe de que allí descansan esos restos. Y quizá sea urgente que sus familiares, algunos ya muy cargados de años, sepan dónde se encuentran sus seres queridos. A tal fin, las esposas, hermanos, hijos o nietos de los milicianos muertos aquel día pueden contactar con el teléfono 670816533 o con fpmariblanca@telefonica.net.
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