www.daimiel.org.- Pese a que el pleno extraordinario estaba motivado por la presentación de los presupuestos. El equipo de Gobierno y en particular Isidro Fernández de Marcos, en este caso en calidad de responsable de Medio Ambiente, logró el voto afirmativo de PP e IU a la nueva ordenanza municipal de vertidos. La normativa, más punitiva y adecuada a otras leyes estatales, provee de más herramientas a los servicios técnicos del ayuntamiento para controlar la generación de residuos por parte de las industrias asentadas en Daimiel.
Pese a que la ordenanza sería aprobada por unanimidad, especialmente desde Izquierda Unida se apuntó que la norma queda corta en cuanto al fomento del ahorro de consumo o la reutilización del agua y reciclaje. A vueltas con la implantación de un servicio de contenedores de aceites domésticos, Sánchez Bermejo rogó al menos la instalación de uno en el Punto Limpio. Por lo demás, advirtió que su formación iba a estar vigilante con los incumplimientos y sugirió una reunión con los industriales para informarles pormenorizadamente de las obligaciones y repercusiones de la ordenanza.
Refente a los presupuestos, desde Izquierda Unida, Galo Sánchez Bermejo se descolgó con una propuesta de un pacto entre las tres formaciones políticas para estudiar partida a partida a fin de extraer dinero que nutra un "fondo social" para sofocar las situaciones extremas derivadas de la crisis. El edil propuso que a tal efecto debería crearse, en el plazo de un mes, un grupo de trabajo para definir esta medida.
Sánchez Bermejo apuntó algunas fuentes que surtirían ese supuesto fondo social, por ejemplo, eliminar gastos protocolarios, la supresión en la medida de lo posible de las horas extraordinarias de los empleados municipales o un nuevo estudio de las tasas que repercuta en las familias más desahogadas. En esta relación hizo hincapié en la reducción de salarios de los concejales e incluso la eliminación de las asignaciones por acudir a comisiones o pleno.
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