3 de noviembre de 2009
Cayo Lara culpa a los gobiernos de PSOE y PP del estado de Las Tablas de Daimiel
EUROPAPRESS
El coordinador general de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, responsabilizó este lunes tanto a los gobiernos del PSOE como a los del PP a nivel nacional de la situación crítica que sufre el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel.
En una comparecencia ante los medios, acompañado de los coordinadores regional y provincial, Daniel Martínez y Miguel Ramírez, respectivamente, Lara culpó a los ejecutivos de Felipe González y de José María Aznar de la sequía que padece el paraje porque "no resolvieron los problemas" cuando se decretó la sobre-explotación del acuífero 23 en 1986.
Para Lara, la solución para apagar el incendio de las turbas del subsuelo y para recuperar los recursos hídricos y medioambientales del entorno protegido pasa por "no sacar más agua de la que entra cada año en el acuífero". En este sentido, el coordinador de IU echó en falta una política "más seria y severa", porque los trasvases que a lo largo de los últimos quince años se han realizado "han sido parches que no han resuelto los problemas de fondo".
Igualmente, Lara instó al Gobierno actual a que "se arremangue para que no se saquen más recursos" de la zona porque la solución "está encima de la mesa". De esta manera, "se podrá regenerar el acuífero de abajo a arriba", pues de lo contrario "Las Tablas están condenadas a arder".
Tras mostrar su pesimismo con las actuaciones de urgencia previstas por las administraciones contra la crisis en el Parque Nacional, no descartó que "en la cabeza de los responsables de la Unión Europea" se contemple la descatalogación del espacio, ya que, según recordó, "nunca se ha dado cumplimiento a los planes de regeneración del humedal" emitidos por el Gobierno europeo desde finales de los años 80.
Finalmente, Cayo Lara recordó un artículo publicado en 1987 por la formación política que encabeza, en el que se recogían propuestas como que "se controlaran los niveles de entrada y salida de agua, que se reportara más agua a los que más sacaban o que se creara un órgano único que gestionara los pozos del acuífero 23".
"Si se hubieran aplicado --aseguró--, hoy no se habría llegado al calvario que sufren Las Tablas y no se habría aplicado una política hídrica que ha sido pan para hoy y hambre para mañana"
www.daimiel.org.- “Somos escépticos en cuanto a la recuperación de las Tablas de Daimiel”. Eran declaraciones de Cayo Lara durante su visita al parque nacional antes de protagonizar una charla coloquio en la Casa de Cultura de la localidad. Al coordinador general de Izquierda Unida le acompañaron sus homólogos a nivel provincial, regional y local. El portavoz daimieleño Galo Sánchez Bermejo describía como un asunto “prioritario y de subsistencia, no sólo de supervivencia” la situación actual del humedal. A Sánchez Bermejo le tomaba la palabra Lara quien comparaba la situación con la de un “un muerto con el que no saben qué hacer”.
En su paseo por la Tablas, Lara comprobó de primera mano las “malas políticas hidráulicas que tanto Felipe González como José maría Aznar y Rodríguez Zapatero han sido incapaces de regular”. Haciendo el símil de una familia que tiene más gastos que ingresos y que al final acaba arruinándose y en bancarrota, Lara explicaba que la situación de las Tablas en estos momento es de “bancarrota”. Habría bastado, aseguraba, con “no sacar más agua de la que salía del acuífero 23”. Como señalaba el representante de la agrupación ‘rojiverde’, el agua que entraba al acuífero en torno a 1987, año en el que se declaró sobre explotado, rondaba los 300 hectómetros cúbicos mientras que el agua que se llegó a sacar por aquel entonces superaba los 600 hectómetros cúbicos. Esto ha provocado que se baje el nivel del acuífero produciendo la desecación y la reaparición de esas turbas, que llevan durante siglos actuando en el interior de la tierra y que ahora por la entrada de oxigeno a través de las grietas han comenzado a arder. En palabras de Lara “como un habano, que no prende con llamas pero arde permanentemente”.
Crónica de un incendio anunciado
Según Lara, lo sucedido en las Tablas ha sido la “crónica de un incendio anunciado” . Haciendo historia recordaba que ya en 1983 comenzaba el desfase en el acuífero. El ministerio de Medio Ambiente, por su parte , “no hizo caso a las advertencias que se hacían desde la agrupación política”. Desde 1987 se debería haber regularizado la extracción de agua de los pozos. Eso no se ha hecho y las soluciones , sentenciaba “ sólo han sido parches”. “Las aguas –continuaba- no sirve que las pongan por arriba, lo que se haga ahora volverá a ser un parche más. Las Tablas se apagarán cuando las aguas surjan desde abajo y vayan impregnando con agua de abajo a arriba hasta que vuelvan a ser el rebosadero natural del acuífero 23. Faltan aún más de 3.000 hectómetros cubicos aún por lo que no es algo que se vaya resolver de la noche a la mañana”.
Antes de la creación de IU, desde las siglas de PC y también como organización agraria en 1987 el grupo planteaba una alternativa a las Tablas que pasaba -subrayaba Lara- “por controlar el agua de los pozos, no permitir que se hicieran mas haber regularizado los que había”. La solución estaba en restringir agua a los que más gastaban, que además lo hacían sin control. También propusimos, y continuamos haciéndolo, la creación de una especie de guardería fluvial que controlara todo el acuífero con mano dura en cuento al control de nuestros propios recursos y con políticas de riego por goteo en los cultivos determinados. Es por eso que afirma, “ se podrían haber armonizado las necesidades agrarias con las posibilidades del agua”. La solución que se daba en aquellos tiempos era “si nos quedamos sin agua la traeremos del Duero o del Ebro, pero eso, añadía no eran soluciones”. Es por eso mismo que este desarrollo insostenible, ha llevado a la organización a ser escépticos en cuanto a una posible recuperación del humedal. “Hay una agonía importante , no existen los milagros y menos para quienes somos laicos”.
Cómo salir de la crisis
Por otro lado, y ya en la Casa de Cultura , Cayo Lara junto a los directores regional, provincial y local de izquierda unida, Daniel Martínez, Miguel Ramírez y Galo Sánchez Bermejo respectivamente repasaban el panorama político, económico y social actual. Los casos de corrupción política, la reforma fiscal para luchar contra el fraude como punto principal para salir de la crisis o la situación actual de la Caja Castilla-La Mancha -de la que opinaba “es una vergüenza para la región que se encuentre en la situación de subasta pública”- fueron algunos de los asuntos en los que participaron cerca del centenar de personas que se acercaron al salón de actos de la Casa de Cultura.
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