Incineradora en Almagro

GREENPEACE
Almagro, España — Greenpeace considera que la construcción de una incineradora en Almagro (Ciudad Real) es una respuesta política errónea al problema de las basuras. El Consorcio Provincial de Residuos Sólidos Urbanos, que depende de la Diputación de Ciudad Real, debe buscar soluciones reales y no dar respuestas que empeoran la situación. La incineración de basuras no reduce la generación de residuos sino que al “facilitar” su eliminación, potencian su crecimiento, ponen en riesgo la salud pública e incrementan la contaminación del medio ambiente.

Las incineradoras de basuras, incluso las de última tecnología, liberan sustancias altamente tóxicas que intentan frenarse a través de filtros. Sin embargo, éstos no son capaces de retener muchos contaminantes que acaban liberándose a la atmósfera. Además, las sustancias que no se emiten al aire acaban en las cenizas que habrán de ser gestionadas como residuo peligroso.

De hecho, un reciente informe publicado por el Instituto Nacional de Observación Sanitaria Francés , INVS (de sus siglas en francés, Institut National de Veille Sanitaire), confirma que vivir en las cercanías de una planta incineradora de residuos aumenta el riesgo de desarrollar cáncer. Se trata, además, del mayor estudio epidemiológico llevado a cabo en las cercanías de incineradoras.

La incineración tampoco resuelve el problema de los vertederos, ya que aproximadamente el 40% de lo que entra en el horno incinerador se convierte en cenizas y escorias tóxicas que deben ser almacenadas en vertederos para residuos peligrosos.

Esta medida carece especialmente de sentido en una provincia de Castilla-La Mancha, donde la generación de basuras por habitante y día se sitúa, según los últimos datos recogidos por el Ministerio de Medio Ambiente en 1,02 Kg, un 26% menos que la media española.

"Greenpeace espera que la Diputación de Ciudad Real, ante las evidencias de los problemas ambientales y de salud que provocan las incineradoras, se replantee la respuesta que da al problema de los residuos. Se necesitan políticas mucho más ambiciosas que la propuesta del Consorcio de Residuos Sólidos Urbanos”, ha declarado Sara del Río, responsable de la campaña de Tóxicos de Greenpeace.

Greenpeace propone a la Diputación de Ciudad Real un cambio de modelo que se debe fundamentar en el principio de Residuo Cero, cuyo objetivo es alcanzar la recuperación de todos los materiales que se encuentran en las basuras. Las medidas que se deben adoptar para alcanzar el objetivo Residuo Cero pasan por:

- Realizar una recogida selectiva de la materia orgánica y asegurar su aprovechamiento.

- Fortalecer la reutilización.

- Obligar a los fabricantes que se responsabilicen de sus productos durante todo el ciclo de vida.

Y establecer tasas para los tratamientos de eliminación y financiar políticas de prevención y producción limpia