El Coordinador regional de IU, Daniel Martínez, ante la reunión prevista mañana miércoles entre los máximos responsables de la Consejería de Agricultura de la Junta de Comunidades y los representantes de las organizaciones agrarias más importantes (ASAJA, COAG y UPA), de las bodegas, elaboradores, comercializadores, etc., para analizar la situación del sector vitivinícola de la región y abordar los asuntos directamente vinculados con la campaña de la vendimia que acaba de comenzar, ha expresado su confianza en que de la misma salgan acuerdos necesarios “porque nos estamos jugando mucho” dijo Martínez.
“La situación del sector es muy complicada pues a los problemas estructurales que sufren las bodegas, cooperativas y que afectan especialmente a nuestros agricultores, se une una difícil coyuntura económica que también llega a este sector económico que es de vital importancia para el desarrollo de Castilla-La Mancha”, señaló el Coordinador regional de IU.
Un sector que hay que recordar emplea directa o indirectamente a unas 70.000 familias y 117.000 agricultores, generando unos 38.000 puestos de trabajo y 9 millones de jornales. Asimismo la industria vitivinícola factura anualmente unos 1.000 millones de euros, de los que un 35% proviene de las exportaciones.
Con los datos aportados por las organizaciones agrarias y los cálculos de la administración “se prevé una reducción de la cosecha entre un 15 y un 20% respecto a la campaña pasada que alcanzó unos 23 millones de hectolitros, y lo más grave son los precios de salida que están muy por debajo de los del año pasado en los que ya se situaron un 30% menos que la campaña previa, por lo que hay que garantizar al productor unos precios mínimos antes de recoger la cosecha”, dijo Martínez.
El Coordinador regional de IU apeló a la necesidad de “aunar esfuerzos para buscar soluciones y poder aplicar medidas que permitan a los agricultores y cooperativas a superar esta crisis coyuntural, en buena parte aumentada también por los efectos de la entrada en vigor de la OCM del vino que todavía provoca desajustes en el sector”. Pero también consideró importante que no sólo las partes más vinculadas al sector, sino también que “las organizaciones políticas y las administraciones públicas estén a la altura de la situación y que quieran, puedan colaborar y apoyar con sus propuestas”.
El Plan de Apoyo al sector, que elaboró inicialmente la Junta, y que “puede ser un buena herramienta para el análisis colectivo y las medidas unitarias a aplicar”, dijo el dirigente regional de IU, “fue un documento que se quiso incluir en el Pacto de Castilla-La Mancha pero que no formó partes del contenido de las negociaciones y fue también uno de los planes paralelos a los que IU no tuvo acceso ni pudo participar en sus reuniones preparatorias”.
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