1. Porque tengo
derecho a trabajar ese día. Hay otros 364
días al año para trabajar y aceptar los abusos con la cabeza gacha, y 1 (éste)
para revindicar que la situación es crítica, que va a peor y no vamos a ceder
más.
2. Que yo no
vaya no va a cambiar las cosas. Si tod@s
pensaran como tú no habría huelga, y por supuesto nada cambiaría. Si se
consigue alguna mejora, ¿te quedarás tú fuera por no haberla secundado? más
solidaridad…
3. Estoy
desemplead@. Perfecto,
razón de más para secundarla. Si no tienes trabajo, no puedes temer
represalias. Si no tienes otra cosa más
importante que hacer, nada te impide manifestarte, no consumir NADA
ese día o pasar a algunas tiendas para decir que no comprarás porque hay
convocada una huelga general.
4. Ahora no es el momento; hay que trabajar
más. Entonces,
¿cuándo es el momento? ¿Cuándo todo vaya viento en popa, quizá? ¿Cuándo a los
empresarios o al gobierno les parezca bien? La huelga es el último recurso que
nos queda a l@s trabajadores ante una situación límite. Pregúntate mejor si no
estás siendo manipulad@ los deseos de los empresaurios; trabajar más, y de paso
reducirte el sueldo. Que empiecen ellos dando ejemplo…
5. No voy
porque la convocan UGT y CCOO. Puedes tomar
una decisión más inteligente; no ir con ellos, pero ir a título personal. El
resto de sindicatos (existen muchos más) se adhieren a la convocatoria. Puedes
ir a tu empresa y salir a los cinco minutos, o quedarte en la puerta en lugar
de trabajar. Eso sí, que se note.
6. La convocan
los sindicatos, que son unos vendidos.
De
acuerdo, la próxima convócala tú a título personal, si puedes. Y no te creas
tanto los cuentos de Intereconomía, La Razón y demás, porque igual sin
sindicatos estarías trabajando 12 horas de lunes a domingo por la manutención y
una cama.
7. No va conmigo. Te equivocas,
sí que va contigo. Las últimas reformas de Zapatero y todas las de Rajoy sólo
han servido para derivar dinero desde tu nómina a las cuentas de bancos y cajas
quebrados. Te están robando para dárselo a ellos, y ni protestas. Y si no es
suficiente, piensa que la próxima vez que enfermes puedes encontrarte con
alguna noticia desagradable; si tienes hijos, han subido libros de texto, FP,
universidad…
8. Tengo
contrato indefinido y antigüedad. Falso, lo tenías. Ahora, con 6
millones de parad@s desesperad@s por encontrar un trabajo -aunque sea casi
gratis-, y un despido casi libre, tu puesto está más en el aire que nunca, más
aún cuanto más cobres. Si pintan bastos, -como parece-, ¿tan segur@ estás de continuar
en tu puesto?
9. Soy
autónom@ y la huelga no va conmigo. Eres entonces de los trabajadores más
precari@s, tienes motivos de sobra. ¿No has oído que la Federación de Autónomos
apoya esta convocatoria? Algo debe estar pasando…
10. Trabajo en
una tienda y no veo bien lo de la huelga.
Sabemos
que el sector servicios ha sido desde siempre el esquirol en toda huelga, pero
párate a pensar…con unas medidas que están llevando al paro y la miseria a tus
potenciales clientes, ¿quién te va a poder comprar? ¿De veras es irrenunciable
la caja de un solo día?
11. En tu
empresa no me lo permiten o me amenazan. Pues incumplen la ley y puedes
denunciarlo. Si toda la plantilla hacéis huelga, lo tendrán mucho más difícil
para despediros. Si grabas estas amenazas –como seguramente que te estarán
grabando en tu jornada sin que siquiera lo sepas-, podrías reclamar ante un
juez cualquier represalia posterior. Si conoces a alguien de un sindicato,
propón que hagan un piquete a la puerta del centro para daros la excusa
perfecta. De todas formas, no será tan buena empresa si se andan con esas.
12. No puedo permitirme perder un día de
sueldo. Te
vendes por poco dinero, si eso es lo que vale tu dignidad. ¿Cuánto te han
bajado el sueldo? ¿Un 10% este año? Podrías haber estado ¡24 días! en huelga por el mismo dinero. En lugar de eso, has
tragado y piensas hacer lo mismo el día en que puedes levantar tu voz.
13. Una huelga
de un día es una estupidez. Si por lo
menos fuera indefinida… pues tampoco irías. O sea, ¿que no vas
porque sólo es de un día? Pues mucho menos si supieses sólo cuándo la empiezas
y no cuándo va a terminar. ¿Te suena de algo el término “caja de resistencia”? Pues debería, si lo tuyo es el “heavy”
indefinido.
14. Soy estudiante, no me afecta. Sólo de momento,
porque algún día necesitarás trabajar. Tus amig@s y tú estaréis, con una
probabilidad del 52%, en paro. Y tus padres podrían ser los próximos afectados
por la marea de EREs que se desatarán este otoño-invierno, y que harán caer más
empleos que hojas.
15. La huelga
deteriora la imagen exterior de España. Quien la deteriora es el gobierno, imponiendo
recortes que asfixian económicamente a la población, reprimiendo a palos las
protestas como en épocas que creíamos superadas y prohibiendo toda crítica. En
el extranjero, Rajoy tiene bien merecida su fama de incompetente.
16. Paso de líos y de destacar, si al final nos vamos a joder igual… Claro que sí; y si te pegan, no te defiendas. Si roban en tu casa, no llames a la policía, no vaya a ser que destaques. Si al final no va a servir para nada… Eso sí, de pusilánimes y anónimos están llenos los cementerios. Lucha por tus derechos, por lo que es tuyo.
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