
La construcción acabará con unos 50.000 empleos por cada punto porcentual que caiga la actividad del sector, según datos de CC.OO. Es decir, el sindicato calcula que una disminución de un 1% en la actividad constructora conllevaría la pérdida del 2% de los puestos de trabajo del sector.
Teniendo en cuenta que la construcción da empleo actualmente a unos 2,5 millones de personas, la destrucción de puestos de trabajo en caso de que la actividad se redujera un 1% equivaldría a unos 50.000 empleos.
Habrá una "masa crítica" de puestos de trabajo que, según Luis Zarapuz, miembro del gabinete económico de CC.OO., no se destruirá gracias a las obras de infraestructuras y a la construcción de edificios y viviendas.
Aún así, el sindicato advierte de que si la actividad constructora se resiente, la rama más afectada será la edificación residencial, por ser la más intensiva en mano de obra y por el peso que tiene dentro del sector.
De hecho, la construcción residencial supone el 36% de la actividad constructora, en tanto que la no residencial alcanza el 16%. La obra civil representa el 24% de la actividad del sector, el mismo porcentaje que presentan las obras de rehabilitación y mantenimiento.
"Un parón en la edificación residencial sería el que más afectaría al empleo. El problema vendría de cómo acomodar esos trabajadores que pierde la construcción residencial a otras ramas de la construcción, como las infraestructuras o la vivienda protegida", aseguró Zarapuz.
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