IU denuncia que el Real Decreto de becas que pretende aprobar el
ministro Wert impedirá el acceso a la Universidad al alumnado con menos
recursos, penalizando a quienes tengan más dificultades. Si la ley Wert
que está en trámite en el Congreso deja ver su rancia ideología y
nacionalcatolicismo, nos encontramos ahora con la soberbia clasista de
quien pone más obstáculos a quien tiene más necesidades. Decenas de
miles de jóvenes con suficiente capacidad intelectual, pero sin dinero,
se quedarán excluidos de la formación superior.
El anuncio que, tras la reunión de la Conferencia General de
Políticas Universitarias, ha hecho el ministro Wert, en el sentido de
que se “revisará” la nota mínima para acceder a becas, no significa en
ningún caso una rectificación del planteamiento.
Tras la ya escandalosa modificación que para el curso que ahora
termina se hizo en dos resoluciones publicadas en el Boletín Oficial del
Estado de las exigencias académicas, endureciendo los requisitos para
acceder y mantener estas ayudas destinadas al alumnado con menos
recursos económicos, ahora se anuncia un nueva vuelta de tuerca en la
dirección de la exclusión social y la desigualdad. El Real Decreto no
busca, en ningún caso, garantizar un derecho fundamental como es la
educación con las becas sino convertirlo en un bien posicional
subordinado al poder económico de cada familia.
Mientras continúan las movilizaciones contra la LOMCE, el ministro
Wert, ejecutor y responsable de la tortura a nuestra educación pública,
anuncia un nuevo Real Decreto por el que se reduce sustancialmente la
cuantía de las becas para estudios superiores y de formación profesional
y se subordinan éstas al presupuesto disponible en el ministerio y a la
media de nota de los solicitantes de las becas.
Izquierda Unida denuncia que estas medidas suponen nuevos retrocesos
sociales que se ceban con las personas que más necesitan las ayudas
públicas para continuar estudiando y son una forma de selección y
segregación encubierta contra los estudiantes de las clases sociales más
desfavorecidas.
Exigir una nota más elevada para acceder a una beca es una forma de
expulsar del sistema educativo a un sector de la población que ha
contado con menos medios en la educación obligatoria para acceder a
estudios postobligatorios. Si ya se había elevado el precio de la
matrícula de asignaturas suspensas, ahora el gobierno disfraza este
nuevo ataque a la ciudadanía como un impulso a “la cultura del esfuerzo y
la excelencia”. En la práctica, esta “excelencia” consiste en que más
de 50.000 jóvenes dejan la universidad porque no la pueden pagar. El
joven de familia acomodada podrá terminar los estudios aunque sea un
pésimo estudiante porque la educación se ha convertido con el PP en “un
ventaja competitiva que se paga”.
Las becas no son para premiar a los buenos estudiantes. Sirven para
garantizar el derecho a la educación, que es la base de esa igualdad de
oportunidades de la que habla la Constitución. Cuando el ministro eleva
la nota mínima para mantener una beca, da igual qué nota sea, está
rompiendo esa igualdad porque exige a los estudiantes con menos recursos
un esfuerzo extra que no se pide a los demás. Solo a los estudiantes de
familias humildes se les pide “cultura del esfuerzo”, ya que parece que
debido a su condición social son sospechosos de bajo esfuerzo.
En una coyuntura marcada por el paro y la precariedad de millones de
familias, en la que habría que incrementar las becas para garantizar una
efectiva igualdad de oportunidades y que nadie deje de estudiar por
motivos económicos, el gobierno del PP sube espectacularmente las tasas y
recorta las becas, atacando especialmente a quienes tienen mayores
dificultades económicas.
Izquierda Unida denuncia que el Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte se está llevando a cabo todo un repertorio de medidas tendentes a
expulsar de la Universidad a miles de estudiantes que no pueden
costearse los estudios. Y esto justo cuando la crisis ha condenado a
millones de personas al paro y priva a miles de familias de los recursos
precisos para que sus hijos e hijas accedan o continúen los estudios
necesarios para su formación y acceso cualificado al mundo laboral.
IU entiende que para garantizar plenamente el mandato constitucional
del derecho universal a la educación, el Estado no puede pasar por alto
la existencia de las desigualdades y desventajas de partida que existen
en nuestra sociedad. Por ello denunciamos las medidas que añaden más
obstáculos al derecho a la educación, ya sea con nuevas exigencias
académicas, o con otras restricciones a la hora de acceder a las becas y
ayudas al estudio. Entendemos que todo ello atenta y deteriora la
necesaria equidad del sistema educativo.
Por todo esto y mucho más, desde IU pedimos la inmediata dimisión de
este Ministro, el más nefasto de todos los que ha habido en el ámbito
educativo desde el final de la dictadura. Desde IU, combatiremos esta
medida y todas cuantas se dicten en este sentido como lo estamos
haciendo con la LOMCE y llamamos a toda la sociedad civil a organizarse
para frenar esta nueva imposición del señor Wert.
Por todo esto y mucho más, desde IU pedimos la inmediata dimisión de
este Ministro, el más nefasto de todos los que ha habido en el ámbito
educativo desde el final de la dictadura.
José Luis Centella defiende la propuesta alternativa de IU,
ICV-EUiA, CHA para llevar a la Cumbre Europea frente al “pacto tramposo”
de PP-PSOE que es una “traición a la mayoría social trabajadora”
Intervención íntegra del portavoz parlamentario de IU ante el
Pleno para defender la proposición no de ley sobre la posición de
España ante el Consejo Europeo del 27 7 28 de junio, rechazada
finalmente con los votos conjuntos de la derecha y del Grupo Socialista
Señor presidente, señorías, estamos ante un debate que tiene un
origen pretendidamente bipartidista, pero también un debate que tiene
trampa y está trucado en el fondo. Es bipartidista en la forma porque
todavía creen que, poniéndose de acuerdo dos partidos, al resto
solamente nos queda el papel de comparsas, pero también es bipartidista
porque parte de la lógica de aquel acuerdo por el que se cambió el
artículo 135 de la Constitución cuando, con nocturnidad y alevosía, se
pusieron de acuerdo, como hoy, Partido Popular y PSOE para convertir los
derechos que están recogidos en nuestra Constitución en papel mojado,
determinando que la prioridad de las cuentas del Estado era pagar a la
Banca, aunque no hubiese para pagar la Educación y la Sanidad, como
ahora mismo estamos comprobando, cuando se justifican reformas laborales
e informes contra las pensiones en ese artículo 135.
Por tanto, es una lógica bipartidista que nuestro grupo no aceptó
desde el principio. No aceptamos ser comparsas de un guión que ya estaba
escrito, y no por ninguna fuerza de esta Cámara, sino por los ‘hombres
de negro’ que nos visitaron recientemente mandados por la troika.
Desde el primer momento hemos planteado un debate diferente, un
debate en el que el presidente, hoy ausente como el resto del Gobierno,
compareciese y explicase sus planteamientos de cara a esta Cumbre
Europea y después, con luz y taquígrafos, todos los grupos pudiésemos
presentar propuestas para finalmente marcar cuál era la voluntad de esta
Cámara. Un debate que evidenciase claramente cómo se pueden poner los
recursos del Estado, de Europa, al servicio de la creación de empleo.
Pero ustedes han escogido otro formato, y estamos convencidos de que
no ha sido por casualidad, señor Alonso, señora Rodríguez, estamos
convencidos de que han escogido este formato porque es el que permite
menos debate, es el que menos claridad admite, como se ha evidenciado en
sus mismas intervenciones. Se trata de convencer a la ciudadanía de que
hay que remar todos en el mismo sentido, aunque no se diga en qué
sentido se rema, se trata de querer santificar el pacto sin decir qué es
lo que se pacta, porque hoy ustedes aquí no han dicho qué es lo que han
pactado, ustedes aquí no han explicado su pacto, como ahora me detendré
en explicarles; pero lo importante es la foto, lo importante es que los
españoles crean que se está acordando algo en beneficio de la mayoría
de la población, cosa que no es real en lo que ustedes han pactado.
Por eso hoy aquí se presentan dos propuestas, pero ustedes en su
intervención no han defendido la suya, no la han explicado, han hablado
de cosas generales, han hablado de algo en lo que todo el mundo puede
estar de acuerdo desde la base. Pero ustedes, desde su bipartidismo
institucional y mediático, no han explicado que su proposición contiene
dos elementos claramente contrarios al interés general: el Tratado de
Libre Comercio con los Estados Unidos, no he escuchado estas palabras en
esta tribuna; y la Directiva de Servicios, la directiva Bolkestein, no
he escuchado estas palabras en esta tribuna.
Ustedes han ocultado, han trampeado el debate, porque saben que esa
es la clave de este acuerdo. La clave de este acuerdo no está en
defender los intereses de España en la Unión Europea, para eso no hacía
falta este debate; está en meter por la puerta falsa un cambio real de
la Constitución para de nuevo volver a admitir que hay que supeditar la
economía española al Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos.
¿Y ustedes saben lo que esto significaría? ¿Ustedes saben lo que
significaría un tratado de libre comercio? (Vamos a pedir la
comparecencia del Gobierno para que lo explique; yo no estoy seguro de
que el PSOE pueda defender eso desde esta tribuna). Significaría acabar
con el tejido productivo de este país, ¿o es que ustedes creen que las
empresas españolas pueden competir con las empresas de Estados Unidos?
Pero también significaría mandar al paro al ministro de Agricultura,
decirle que no se preocupe por la PAC, que no hace falta ninguna PAC,
que si hay Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos la
agricultura española no podrá competir, acabará destruida, y eso lo
saben bien los países latinoamericanos que han salido a la calle y han
combatido muy bien aquel ALCA, que hoy es papel mojado en muchos países,
precisamente en los países que menos sufren la crisis, y ustedes han
ocultado que ese es el debate fundamental de esta tarde aquí.
Ustedes, por la puerta falsa, nos quieren colar ese Tratado de Libre
Comercio con los Estados Unidos. Y también le pueden explicar al sector
audiovisual lo que significa el ese Tratado. Señora Rodríguez, usted le
puede explicar al sector audiovisual lo que significaría un Tratado de
Libre Comercio con Estados Unidos. Yo estoy convencido de que no sería
capaz de explicarlo. Estoy seguro de que ustedes no lo defenderán desde
esta tribuna cuando llegue ese momento, pero había que incluirlo hoy en
esta proposición no de ley.
Ustedes también han incluido el apoyo a la Directiva de Servicios,
aunque también lo ocultan. Explíquenle a la UGT, explíquenle a
Comisiones qué significa la Directiva de Servicios que hoy ustedes aquí
van a votar. Porque la UGT decía claramente que es abrir la puerta a
cualquier tipo de abuso en las relaciones laborales, ya que plantea
desregular en los países miembros de la Unión Europea lo que todavía
depende de los servicios públicos, y eso es lo que hoy ustedes van a
votar aquí.
Estoy convencido de que el señor Alonso está satisfecho. Han
conseguido su objetivo, que es que de nuevo en esta Cámara se pueda
hablar de desregulación y, por ello, también el señor Alonso decía que
están haciendo los deberes. Efectivamente, están haciendo sus deberes,
pero no los deberes de la mayoría y no, por supuesto, los deberes de las
fuerzas sociales que hoy no pueden defender que la directiva Bolkestein
sea protagonista de este debate.
Y aquí tenemos que ser sinceros y decirles que es puro cinismo
político que después de hablar de la directiva Bolkestein ustedes hablen
de dar protagonismo a las fuerzas sociales, ustedes que sustentan una
reforma laboral, que van a permitir un Tratado de Libre Comercio con los
Estados Unidos, que piden que se acelere la directiva Bolkestein,
¿después escriben que hay que dar protagonismo a los sindicatos? Eso no
se puede calificar de otra forma más que de cinismo político, y ese es
el fondo de la propuesta que hoy aquí discutimos.
Por eso nuestro grupo no puede estar nunca de acuerdo, y no, señor
Alonso, porque seamos unos ilusos, unos ingenuos; al contrario, porque
sabemos muy bien lo que significa esta directiva y sabemos muy bien lo
que significa ese Tratado de Libre Comercio. Y ustedes, sin necesidad,
la han querido incluir en esta proposición no de ley cuando no era
necesario, no está hoy en la agenda, y podrían habernos hablado de los
puntos restantes. Sin embargo, ustedes lo incluyen porque es lo que
quedará hoy de esta proposición, una vez que pase la Cumbre Europea.
Eso nos sitúa en mayo de 2010, cuando desde esta tribuna se asumieron
los mandatos de la troika, se asumió la necesidad de situar la economía
española al servicio de los mandatos de la troika. Por eso, hoy vienen
ustedes juntos, por eso hoy aquí la Izquierda Plural les dice, como les
dijo aquel día de mayo de 2010, que no.
También les decimos que no a cualquier otro intento de colarnos por
la puerta falsa unas nuevas modificaciones de nuestro tejido
constitucional. Por eso dejamos claramente desde el primer párrafo de
nuestra exposición de motivos que para nuestro grupo la raíz de los
problemas por los que atraviesa la Unión Europea se encuentra en su
propio diseño político y económico. Es verdad que ustedes casi lo han
reconocido, pero es que su proposición no de ley no va contra ese diseño
político y económico de la Unión Europea claramente fracasado,
claramente en la raíz de los problemas de la verdadera crisis, señor
Alonso, de la crisis que sufre la gente, la que hay desahuciada, la que
va al paro, la que sufre exclusión social y la que sufre hambre.
Es necesario un cambio radical, y su propuesta no es ni siquiera un
cambio, no ya radical. Su propuesta es un simple parcheo, pero un
parcheo que va más en sentido negativo que en el positivo. Es parchear
una Unión Europea que fracasará, que está fracasando. Hace falta un
cambio radical que plantee una política orientada al crecimiento. La
austeridad no nos sirve, ni la inteligente ni la torpe. Ni la austeridad
más inteligente nos sirve.
Pero es que la propuesta que ustedes defienden, como ha dicho el
señor Alonso, no niega la austeridad. Quiere introducir algún elemento
de crecimiento, pero el poco crecimiento que incluye queda completamente
anulado por el resto de políticas que, por cierto, ya ha anunciado la
señora Merkel a micrófono abierto cómo nos tiene situados. Ella lo tiene
muy claro. Pero es que, además, todo el mundo avanza que esta Cumbre lo
que nos va a pedir son más sacrificios. Todo el mundo avanza que esta
Cumbre lo que va a pedir son nuevas reformas laborales. Todo el mundo
avanza que lo que esta Cumbre va a plantear son nuevos recortes.
Por eso, nuestro grupo confronta directamente con los mandatos de la
troika, nuestro grupo confronta radicalmente con los planes derivados de
sus mandatos. No admitimos que maquillen la realidad. Nos parece que
también tiene un cierto elemento de cinismo político que propongan un
nuevo Erasmus para la formación profesional, cuando el Erasmus actual
está prácticamente desmantelado. Ustedes hablan de un nuevo Erasmus, y
el que hay, el realmente existente, lo desmantelan. Explique usted a la
gente cómo se llama porque nosotros lo definimos como una tomadura de
pelo.
Por ello, hoy discutimos dos formas de afrontar el próximo Consejo
Europeo, dos formas de afrontar la próxima situación de Europa. Y no,
señor Alonso, no es la ingenua frente a la realista, es la que plantea
un cambio para mejor, para afrontar los problemas, para una salida
social de la crisis, y la que plantea a la gente lo que les decía el
señor Rajoy, que se aguanten, que esperen, que ya vendrán tiempos
mejores.
Porque dígannos ustedes qué garantías tienen en estos momentos
de que el día de la cumbre europea algo de lo que pueda servir para
crear empleo se pueda llevar a cabo y no sean simples elementos de
maquillaje.
La proposición que planteamos se contrapone a la que nos traen
ustedes. Es evidente que la suya surge de ese Consenso de Bruselas que
ustedes han defendido y han construido de forma conjunta. La
socialdemocracia y la derecha europea han construido el consenso de
Bruselas y ustedes aquí lo escenifican, consenso que ya ha fracasado,
que ha traído el paro, que ha traído la crisis, ese consenso que ustedes
hoy no se atreven a confrontar.
Ustedes no hablan de cambiar el Banco Central Europeo, no hablan de
que el Banco Central Europeo sea un banco con un tesoro público que
tenga capacidad real y no sea como el actual, un instrumento sin ningún
control democrático.
Por tanto, por mucho que ustedes quieran hoy aquí ocultar el debate,
el debate saldrá a la calle. El debate será sobre lo que ustedes hoy
aquí van a votar, será sobre la directiva Bolkestein, será sobre el
Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Pero también hay
alternativa. Nuestra propuesta, que no es ingenua, plantea una serie de
propuestas muy concretas, por ejemplo, la necesidad de corregir los
desequilibrios comerciales y la disparidad en las estructuras
productivas, lo que pasa de forma irremediable por un proceso para
reindustrializar sosteniblemente la economía, fundamentalmente del sur
de Europa, y eso yo no lo veo en su proposición no de ley.
Proceso que debe ir también acompañado de instrumentos monetarios, de
compensación de esos reequilibrios. Proceso que tiene que ir también
acompañado con mecanismos para transformar la lógica de la competencia y
del ajuste y la de la cooperación y la complementariedad. Eso yo no lo
veo en su proposición no de ley. Y también es fundamental hablar de más
democracia en Europa. Es necesario hablar de democratizar también las
relaciones actuales en Europa cada vez más al margen de las
instituciones democráticas. Por eso denunciamos que la arquitectura
europea ha sido diseñada de tal forma que ha sido tolerante con el
fraude fiscal, y su proposición no de ley no dice nada de ello. Hay que
acabar con los paraísos fiscales, con esa escapada de capital claramente
tolerada por un entramado de la Unión Europea que no hace nada por
combatirlos.
Para terminar, no puedo dejar de señalar -porque lo han hecho ustedes
también- que sobre este debate de hoy sobrevuela, señora Rodríguez y
señor Alonso, la presión que se está realizando desde muchos ámbitos de
la vida política y social -Casa Real incluida- para alcanzar un gran
pacto de Estado. Con toda claridad les decimos que nosotros estamos
encantados de debatir sobre pactos de Estado o de lo que sea, pero que,
por favor, nos expliquen qué es lo que se quiere pactar, nos expliquen
hacia dónde quieren remar, le expliquen a la gente para qué sirven los
pactos, porque si no, no es un pacto, es una traición con la soberanía.
Es la traición de esos patriotas que se ponen la bandera española cuando
juega la selección y luego evaden los capitales que pueden para vender
la patria. ¿Ese es realmente el pacto que ustedes nos plantean? No
estamos de acuerdo.
¿Estamos de acuerdo con un pacto que vaya a mantener un sistema
productivo, una política social y económica que ha llevado al paro a
millones de españoles? ¿Un pacto para mantener un sistema que ha
quebrado la economía de este país? No estamos de acuerdo. Tampoco
estamos de acuerdo con un pacto que busque dar tranquilidad a quienes
hoy tienen que soportar la sonora reprobación de la ciudadanía que les
pide responsabilidades por ser parte activa en la ruina de este Estado.
No queremos silenciar los pitidos que hoy denuncian esa
irresponsabilidad y que también hoy piden cambios profundos no solamente
en esta Cámara sino en otras instituciones. Para ese pacto no cuenten
con La Izquierda Plural porque nosotros nos revelamos ante ese debate
tramposo, ante esa imposición de un pacto que es una traición a la
mayoría social trabajadora de este país. No vamos a ser cómplices de los
que quieren que la crisis la sigan pagando los que ya la han pagado
demasiado tiempo; no queremos que la crisis la sigan pagando los
débiles. Por eso no queremos el pacto del silencio y por eso planteamos
alternativas que son creíbles, que son posibles, como venimos
demostrando Pleno a Pleno.
Lo que ocurre, evidentemente, es que la votación de hoy nos situará a
cada uno en nuestra responsabilidad: a unos defendiendo este Tratado de
Libre Comercio con Estados Unidos y a otros defendiendo los intereses
de verdad de este país, que son los intereses de la agricultura, de la
industria de este país y de la mayoría de la gente. Por eso es evidente
que la votación de hoy marcará un número matemático en esta Cámara, pero
ustedes saben muy bien que no es el número matemático de la sociedad
española de hoy. Y ese es su drama, que el bipartidismo hoy se está
hundiendo y ustedes, con el ejemplo de hoy, lo quieren apuntalar y no lo
van a conseguir. Porque la gente hoy ya no traga con ruedas de molino;
hoy la gente no traga con engaños como en otra época y hoy la gente sabe
muy bien quién está defendiendo y quién no sus intereses. Muchas
gracias.

Fuente: www.cartagenaactualidad.com