20 de abril de 2015

Candidato nº 7

El candidato por Izquierda Unida con el número siete.
Una persona comprometida con el medio ambiente, la igualdad y los derechos humanos.
Alberto Fernández-Infantes Barrajón. Ingeniero Industrial. Premio provincial y regional al Proyecto Fin de Carrera en 2005. Técnico Especialista en Gestión de Recursos Renovables, Energía Solar y Eficiencia en Edificación en el III Master de Renovables y Eficiencia Energética de la UCLM. Trabajó como calculista de estructuras antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, después como proyectista de instalaciones fotovoltaicas y edificación industrial. Impartió cursos de formación en cálculo estructural, gestión del agua y mantenimiento de instalaciones solares. Actualmente impulsa una empresa de auto-emprendimiento.
Me considero de izquierda y ecologista por coherencia científica: creo que nuestra actividad debería siempre tratar de preservar o mejorar el entorno que provee alimento, recursos, energía… más aún, en un lugar privilegiado como Daimiel: porque como ya sabían los nativos americanos, si acabamos con el último árbol o animal y contaminamos el último río o acuífero, el dinero no lo podremos comer.
Aunque me inicié en el activismo desde joven, a raíz del 15-M participo también de movimientos como la Plataforma por los Servicios Públicos, Frente Cívico y Marchas de la Dignidad.
Estudiar y conocer los entresijos de la industria sólo me ha confirmado que lo barato, -en términos de precio-, sólo lo es cuando se ocultan sus costes reales (precariedad, derroche de energía y recursos, residuos…) que amenazan nuestra felicidad, dignidad, el entorno y hasta nuestra supervivencia. Por ello debemos rebelarnos contra el pensamiento único de economistas que desconocen la realidad más allá de sus balances sesgados; contra el “no hay otra salida” o el “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” (¿quiénes, nosotros o Rato?). Con un cinismo casi patológico, los expertos en predecir el pasado nos niegan la penuria que originan sus medidas ideológicas; unos “daños colaterales” que en el fondo, son nuestras propias vidas y el futuro incierto que legamos a nuestros descendientes.
Integro esta candidatura porque ha llegado la hora de plantear la iniciativa municipal desde el rigor técnico, la equidad y la sostenibilidad en lugar de en clave dineraria, ideológica o electoral. Mis compañer@s de IU representan la opción que priorizará siempre a las personas y su entorno frente a la tiranía de los especuladores, y que seguirá abierta a las demandas ciudadanas cuando cese el ruido electoral.

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