En el afán de dar otra nueva vuelta de
tuerca para deteriorar los servicios públicos, esos en los que la
inmensa mayoría de la ciudadanía espera poder acceder en igualdad de
condiciones a un sistema de atención en la educación pública de calidad,
se nos dicta por decreto que el personal que desempeña la labor de
ordenanzas en los Institutos pase a cubrir las ausencias reglamentarias
de las vacaciones en las residencias de mayores en Toledo, Talavera y
Torrijos. Coloquialmente se diría eso de desnudar un santo para vestir a
otro pero en este caso, además, parece que la idea es quedarse con el
cepillo.
Veamos. El argumento esgrimido por el
cual el mes de julio no es lectivo es una indignidad (algo que es
consustancial al gobierno popular) Los centros educativos mantienen
durante ese mes su actividad y, encima con el gran proyecto de “abriendo
caminos”, también ocupación lectiva. Además de la formalización de
matrículas para el curso siguiente, obras de remodelación o adecuación
en los centros, limpiezas generales y otros trabajos que desde la
poltrona de un despacho ocupado por personas que en su vida han pisado
un centro educativo, a no ser para hacerse la foto, pueden conocer.
Es más, las vacaciones del personal que
trabaja en los centros escolares se circunscribe a los meses de julio y
agosto, y deberían saber las normas que ellos mismo aprueban, el
calendario de vacaciones se cierra a primeros de año por lo que el
decretar esta mezquindad en el mes de junio viola las normas por las que
nos regimos.
Señora Cospedal, Señor Marín, les
suplicaríamos que dejen trabajar a las personas que saben, a las que
llevan tiempo en la inmensa y maravillosa labor de enseñar (y en este
tema la comunidad escolar es un amplio abanico de protagonistas) para
que la tarea de años en la escuela pública no sea laminada por alguien
como Ustedes a los que les mueve otros intereses.
Emilio Sales
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