23 de octubre de 2013

Cayo Lara señala a Montoro que "sus presupuestos para 2014 no son los de la recuperación y nos llevan de burbuja en burbuja hasta el estallido final"

Intervención del coordinador federal de IU durante su defensa de la enmienda a la totalidad del grupo de IU, ICV-EUiA, CHA en el debate en Pleno con el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas

Ustedes no nos presentan los Presupuestos para la recuperación. Nos presentan unos presupuestos para crear más paro, más pobreza y más desesperanza a la mayoría de la sociedad. ¿De qué recuperación están hablando? ¿Si sus propias previsiones hablan de que el empleo caerá un 0,2% en 2014 y el propio FMI prevé un aumento de 123.000 parados más?

¿De qué creación neta de empleo hablan, si ustedes mismos prevén una reducción de ingresos por cotizaciones sociales del 3%? ¿A quién pretenden engañar si se contradicen con sus propios datos?

Plantean un crecimiento de la economía del 0,7%. Me reconocerá que hablar de crecimiento sin crear empleo en una sociedad con casi seis millones de parados es un insulto a la inteligencia de la gente. Pero en todo caso permítame decirle que cuando llueve sobre mojado, sus previsiones pierden toda la credibilidad.

Ya en los Presupuestos para 2013 preveían una caída en la economía española del 0,5% y la realidad es que ha caído casi el triple, por la aplicación de sus políticas neoliberales de recortes y austeridad. Hecho que reconoce, hipócritamente, el propio FMI.

Estos Presupuestos, Sr. Montoro, más que corregir esta senda desastrosa, sólo conseguirán hundir aún más la demanda interna y las posibilidades de crecer económicamente y crear empleo. Porque son esas políticas, junto a su contrarreforma laboral, las que han hecho posible que en el último año se haya perdido más de medio millón de cotizantes a la Seguridad Social. No nos mientan más y díganlo con nitidez: No hay recuperación porque siguen aplicando las mismas recetas que aumentan la enfermedad del país.

Se lo dije el año pasado y se lo repito hoy: viven ustedes aislados de la sociedad, ajenos por completo a los problemas que afectan a los ciudadanos cada día. Han ido de la ‘burbuja del ladrillo’ a la ‘burbuja financiera’, y ahora van a la ‘burbuja de la desigualdad’.

Y terminamos pagándolo los mismos de siempre, los ciudadanos y ciudadanas de este país, sus trabajadores, las mujeres, los estudiantes, los pensionistas, los empleados públicos, la gente en paro, los inmigrantes, los desahuciados y muchas otras personas que jamás pensaron que sufrirían esta tragedia.

En resumen, nos llevan de burbuja en burbuja hasta el estallido final.

Estos Presupuestos están diseñados para los especuladores financieros, para la banca, para las compañías eléctricas, para los defraudadores fiscales, para los empresarios oportunistas. Estos son los que mandan en la troika. Son los mismos que mandan en su Gobierno.

Por eso no son los Presupuestos para la mayoría social, para los trabajadores, los autónomos, las pymes. No son los presupuestos para la gente corriente. Y no son los Presupuestos que necesita España porque:

En los ingresos:

Son raquíticos e injustos. No combaten el fraude fiscal

En los gastos:

Destruyen empleo público y privado. Reducen salarios del sector público. Recortan la inversión pública. Castigan a los pensionistas. Recortan las prestaciones a los parados. Reducen la protección social. Y reducen transferencias a las comunidades autónomas.

Estos presupuestos no son fruto de un error. NO. Sus políticas responden a una estrategia bien planificada: desmontar y demoler el Estado social y destruir sus pilares, que son los servicios públicos básicos como la sanidad o la educación. Deterioran los servicios para tener la excusa perfecta para venderlos y convertir esos derechos en el negocio de unos pocos.

Son unos presupuestos de clase. Que van a seguir facilitando el trasvase de las rentas del trabajo a los beneficios del capital. Que van a seguir posibilitando que crezca el número de ricos y aumente el número de pobres. Son los presupuestos de la troika. Los de la reforma del Art. 135 de la Constitución Española. De la intervención de nuestra soberanía.

Hablamos de unos Presupuestos que son raquíticos e injustos fiscalmente:

Todos sabemos que las causas son la desfiscalización de la Hacienda Pública y el estallido de la ‘burbuja inmobiliaria’. La recaudación ha caído porque durante los años de la ‘burbuja del ladrillo’ se dedicaron a bajar impuestos a las grandes fortunas, a los beneficios del capital y a hacer bonificaciones y exenciones fiscales a los que más tienen. No es verdad que tengamos una excesiva contribución fiscal en España. Lo cierto es que la presión fiscal sigue estando por debajo de la media de la UE en más de 7 puntos del PIB.

El problema en este país es que los más ricos pagan menos que la mayoría de los ciudadanos. Los ricos cada vez son más ricos y cada vez hay más pobres. La entidad Credit Suisse ha calculado que el número de ultramillonarios en España ha crecido casi un 7% en el último año. Estas 1.625 personas controlan una riqueza de 195.000 millones de euros. ¡Qué vergüenza! ¿Cómo vienen a decirnos que hay que seguir apretándonos el cinturón, mientras unos pocos no paran de engordar sus cuentas bancarias?

No es verdad que el déficit se deba al excesivo gasto, como quieren hacernos creer. En España el gasto público está 4 puntos por debajo de la media del gasto en la UE. El problema está en que se han reducido los ingresos. Nos retrotraen a presupuestos de hace 10 años.

Sr. Montoro, los ingresos que nos propone son profundamente injustos: los sostenemos mayoritariamente con las rentas del trabajo y los impuestos indirectos como el IVA. Los beneficios del capital son los que siguen pagando menos.

Para que todos lo entendamos: de cada 100 euros de impuestos, la mayoría ciudadana pagamos 80 euros a través del IRPF y el IVA, mientras que los beneficios del capital tan solo pagan 12 euros. Esto es una indecencia y una auténtica vergüenza.

La injusticia del sistema fiscal es patente incluso entre las propias empresas. Les pongo un ejemplo: las empresas están tributando de media realmente al 11,6%. Y de ellas, las de mayor dimensión, pueden llegar a pagar solo el 5%.

Señor Ministro, con este Presupuesto ustedes no demuestran voluntad política para luchar contra el inmenso fraude fiscal. Que sigue estando cerca de los 90.000 millones de euros, de los que el 73% es defraudado por las grandes empresas. La partida de la Agencia Tributaria se congela después de cuatro años de recorte. Su tasa de reposición de personal continúa estando en un miserable 10%. Usted y yo sabemos que con estos escasos medios no se puede luchar contra el fraude fiscal.

Señor Ministro, o se persigue en serio el fraude fiscal de las grandes empresas y fortunas y se controla la evasión de impuestos, o ustedes no tendrán autoridad moral para hablar de otros fraudes menores.

Señorías, estos Presupuestos reducen el empleo público. No cubren las plazas de quienes se jubilan, y contribuyen así al deterioro de servicios públicos como la sanidad, la educación, los servicios sociales o la seguridad, entre otros.

El recorte de profesores significa la saturación de alumnos en las aulas. (Por cierto, todo nuestro apoyo y solidaridad con los profesores, padres y alumnado en la Huelga General de Educación del próximo jueves. El recorte de personal en Sanidad supone más listas de espera y el menoscabo de la atención sanitaria.

Recortan los salarios de los trabajadores del sector público, por cuarto año consecutivo, lo que supone una pérdida cercana al 30% del poder adquisitivo. Los empleados públicos no pueden seguir siendo los chivos expiatorios de la crisis.

Recortan más la inversión pública, casi un 10%, situándola en niveles de hace 25 años en un momento clave en el que la inversión pública debería jugar el papel de locomotora de la economía.

Sr. Ministro, ustedes se presentaron a las elecciones diciendo que su prioridad era el empleo. Después de ver las cuentas de este año y las del anterior solo puede decirse una cosa: MINTIERON, porque continúan destruyendo empleo y reduciendo salarios a los trabajadores.

Porque las medidas puestas en marcha, reforma laboral incluida, sirven para que haya un gran ejército de parados, de pobres y de precarios, con los que justifican la bajada de salarios de los que trabajan.

Si tuvieran coherencia ya habrían dimitido y convocado elecciones generales.

Por cierto, una encuesta a empresas realizada por el propio BCE, afirma que los salarios no son el principal problema de las empresas. El principal problema es la falta de demanda, el segundo el acceso al crédito y en último lugar los salarios.

En el ámbito de los servicios sociales y promoción social, los nuevos recortes y la consolidación del recorte brutal en la ley de dependencia del año pasado, agudizan el carácter antisocial de estos presupuestos.

Sr. Montoro, estas cuentas van a empobrecer todavía más a los pensionistas. Quieren cambiar el modelo de pensiones por el mandato de la troika. Están ustedes aprobando un ataque en toda regla al poder adquisitivo de los pensionistas. Lo que se suma al ‘pensionazo’ anterior.

La revalorización de las pensiones del 0,25% anual es una estafa. Con la subida de los precios, lo que los pensionistas deben saber es que tendrán menos dinero a final de mes, porque la vida será más cara y sus pensiones se verán más reducidas. La subida del 0,25% es cuatro veces menor que la de 2013.

Con su propuesta pretenden cumplir el gran objetivo de la banca, que es el suculento negocio de los planes privados de pensiones. Recortan las pensiones cuando usted mismo ya afirmó que con menos poder adquisitivo y subidas de impuestos como el IVA, habrá menos consumo y será más difícil crear empleo y salir de la crisis.

En España ya hay 636.000 hogares en los que ningún miembro recibe ingresos. La pobreza grave afecta ya a tres millones de personas. La mitad es pobreza infantil. Según Cáritas, España tiene los valores de desigualdad más elevados de toda Europa. Los españoles que viven con menos de 307 euros al mes se han duplicado desde 2007. Ya hay más de tres millones de personas paradas que no tienen ninguna ayuda, además de los trabajadores con salarios tan precarios que están dentro del núcleo de la pobreza.

El informe de Cáritas titulado ‘Empobrecimiento y desigualdad social’  alerta de "una segunda oleada de empobrecimiento y exclusión social" agudizada por "las políticas de ajustes y sus recortes, la prolongación de las situaciones de desempleo y el agotamiento de las ayudas económicas". ¿Qué tiene usted que decir a eso, señor Montoro?

Señorías, Los parados vuelven a ver recortadas sus prestaciones en un 5,4% comparado con el gasto real del presente ejercicio. Así, consolidan los recortes a las prestaciones que ha venido aprobando el Gobierno.

En el último año y medio, han eliminado el subsidio para mayores de 45 años, han endurecido las condiciones para los mayores de 55, y han recortado la prestación a partir del sexto mes de percibirla. Los parados necesitan planes concretos para el empleo. Y cuando están en paro, en lugar de perseguirlos y criminalizarlos, lo que hay que hacer es protegerlos, como dice el artículo 41 de la Constitución.

Siguen ustedes fiando la economía a un modelo productivo que no ha funcionado. Un modelo muy alejado de la sociedad del conocimiento que ya ha desaparecido de su discurso oficial. Las inversiones en I+D+i parece que no importan para la marca España.

Estos Presupuestos no permiten poner en marcha ni la Agencia ni el Plan Estatal de Investigación, no hay recursos para frenar la sangría de jóvenes investigadores que se ven obligados a abandonar el país, ni para abordar el nuevo programa europeo de I+D ‘Horizonte 2020’.

En educación, admitiendo que hay un 10,6% más de inversión con respecto al presupuesto anterior, la realidad, reconocida también por Cáritas, es que ha habido un recorte del 41% en inversiones en educación desde 2010 hasta hoy.

Disminuye la partida para desarrollo energético en un 95% respecto a las cuentas de 2011. Se marginan las políticas de ahorro y eficiencia energética como alternativa a la sostenibilidad. Sin embargo, destinan más de 4.000 millones a financiar los costes de las eléctricas. Qué casualidad, las empresas en las que están los señores Aznar y Felipe González y otros ex ministros de la corte.

Reducen las partidas ambientales y además renuncian al cambio de modelo para avanzar en sostenibilidad. Recortan en programas vitales como la ordenación territorial de los recursos hídricos, en actuaciones en la costa y en la prevención de la contaminación y el cambio climático. Esos programas registran un descenso acumulado desde 2011 del 99, 75 y 58% respectivamente.

Han disminuido un 65% los recursos para el sector agrario en los últimos 5 años, que a pesar de todo sigue generando empleo y mantiene el superávit de la balanza comercial española gracias a su fortaleza exportadora. Las políticas de igualdad se reducen en casi un millón de euros los fondos destinados a fomentar la igualdad de oportunidades. Disminuye la partida para lucha contra la violencia de género un 1,54%, a pesar de la extrema gravedad que reviste.

Establecen una Justicia blindada, sólo para quienes tengan recursos para pagarla. De los 365 millones de euros que prevén recaudar con las tasas judiciales, y que deberían ser para financiar la partida de la justicia gratuita, solo le destinan 34 millones. ¿A dónde va el resto, señor Montoro? ¿Dónde quedó el compromiso del señor Gallardón?

La memoria histórica, ya ni es memoria en sus Presupuestos.

Su Gobierno desprecia la cultura y usted se ha dedicado a denigrar nuestro cine. Vaya ejemplo. Reducen ustedes las transferencias a las comunidades autónomas

Recortan el fondo de suficiencia un 16%, y el Fondo de Compensación Territorial un 24%. Incumplen lo acordado en esta Cámara en las inversiones recogidas en los estatutos de autonomía, y más concretamente en el catalán, el andaluz, el valenciano o el balear entre otros.

El problema de fondo es que FALTAN RECURSOS en la Hacienda Pública por haberla vaciado con las rebajas de impuestos a los más ricos durante todos estos años. Repartir migajas no puede contentar a nadie. Además, a Comunidades y Ayuntamientos se les impone un déficit del 1% y del 0% respectivamente para 2014, que les ahoga en su capacidad de gasto.

Estos Presupuestos siguen la misma línea de socializar las pérdidas y privatizar las ganancias. Predicen un incremento de la deuda pública hasta los 826.500 millones de euros: casi el 100% del PIB, es decir, toda la riqueza creada por España en un solo año.

La deuda es la clave. El FROB ha dicho que al menos 30.000 millones de ayudas a los bancos a fondo perdido no serán recuperadas por los contribuyentes. Y en 2014 se pagarán un total de 36.590 millones de euros en concepto de intereses de la deuda, unos intereses intolerables y que no pueden pagarse sin arruinar la vida de mucha gente. Sigue siendo urgente auditar la deuda para conocer qué parte es ilegítima.

Mientras, los bancos tienen barra libre para endeudarse con el Banco Central Europeo a tipos de interés muy bajos. Utilizan ese dinero para prestar a los estados y lograr grandes beneficios a costa del contribuyente. Pura especulación. No usan lo que les presta el BCE para dar crédito a las PYMES y familias, sino para aprovecharse y socavar al Estado, todo ello gracias también la política impuesta por Alemania, entre otros. El BCE está compitiendo deslealmente con los estados.

La partida de 799 millones de euros para el acceso a la vivienda es insignificante, en un país que está sufriendo el drama de familias desahuciadas de sus viviendas por no poder pagar sus hipotecas.

Y cuando una comunidad, como Andalucía, trata de evitar los desahucios como medida de urgencia, su Gobierno intenta dinamitar la iniciativa recurriéndola al Tribunal Constitucional. Es obvio que sigue mandando la banca.

Ustedes han creado el ‘banco malo’, que el presidente me dijo que no crearían, y ese ‘banco malo’ ya está malvendiendo paquetes inmobiliarios a los fondos buitre que merodean en el mercado para que siga la especulación.

Señorías, Se pueden hacer otras políticas y sacar adelante otros Presupuestos más justos, más sociales, más humanos.

Por el lado de los ingresos:

Planteamos medidas tributarias para asegurar el principio de suficiencia y la justicia y progresividad del sistema fiscal. Se trata de limitar el déficit sin recurrir a más deuda pública.

La base es la lucha contra el fraude y la economía sumergida, que puede proporcionar del orden de 38.000 millones de euros anuales.

En el Impuesto de Sociedades, proponemos que se eleve el tipo hasta el 35% para beneficios superiores al millón de euros, y que la suma de los beneficios fiscales no pueda significar, en ningún caso, tipos efectivos inferiores al 25% para los que tributan al tipo general. La recaudación potencial de estas medidas podría representar otros 20.000 millones de euros.

Proponemos aplicar otras medidas para gravar la riqueza y la especulación y que podrían generar ingresos superiores a los 12.000 millones de euros, como por ejemplo:

Un Impuesto sobre las Transacciones Financieras,

Un nuevo impuesto sobre la riqueza que sustituya al de Patrimonio,

La modificación del sistema de módulos y la legislación sobre las SICAV,

O un tributo que grave la tenencia en el momento de la adquisición de bienes de lujo.

Así podríamos revisar la subida del IVA que es regresiva e injusta porque castiga a la mayoría ciudadana, retrae el consumo y paraliza la recuperación.

Por el lado de los gastos:

Liberando esos recursos podríamos mejorar la financiación de importantes partidas para:

La creación de empleo, apoyando a la pequeña empresa y a la economía social.

Estimular la inversión pública en proyectos sostenibles.

Defender y desarrollar servicios sociales esenciales como educación, salud o dependencia, entre otros.

Destinar más recursos para políticas ambientales, la investigación pública, la educación infantil, la lucha contra la economía sumergida y el fraude fiscal o la mejora de las pensiones.

Un papel más activo del gasto público aumentaría la eficiencia y productividad de nuestra economía, con mayores grades de cohesión social y territorial.

En conclusión, hay recursos posibles y suficientes para una política de creación de empleo y para cambiar el modelo productivo sin necesidad de aumentar la deuda y limitando el déficit.

La decisión, por tanto, es política. Se trata de si se quieren tocar o no los intereses de las grandes fortunas, de las grandes empresas y de los bancos.

En definitiva, si se quiere hacer cumplir el Artículo 31 de la Constitución que Vd. juró defender para que haya verdadera justicia fiscal y facilitar unos presupuestos que ataquen la pobreza y contribuyan a crear empleo y defiendan los servicios públicos.

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