31 de enero de 2014

DÍA DE LA ENSEÑANZA

El Día de la Enseñanza es, sin duda, un día para ser celebrado. La cuestión es con quién nos toca celebrarlo y qué enseñanza, sin con mayúsculas o con minúsculas, es la que alabarán hoy nuestros dirigentes regionales, con el Señor Marín y la presidenta Cospedal a la cabeza.
Aunque seguro que habrá discursos laudatorios para supuestos logros y, seguramente, se enarbole la bandera de la Educación con fuerza, en el fondo las palabras se las llevará el viento y el discurso, por desgracia, estará vacío, sin contenido.
En realidad, los que celebrarán el día de la Enseñanza no tienen intención alguna de dar a la pública lo que le han quitado, en primer lugar, y lo que necesita para ser una verdadera educación pública de calidad. Y, lo que es más grave, el ataque premeditado y organizado a la Educación Pública lo es, al fin y a la postre, a la igualdad de oportunidades y a la sociedad del futuro que, por desgracia, será más injusta para con la mayoría cuanto más adelgacemos la inversión en educación.
No podemos celebrar este día con quiénes han despedido a miles de profesores, maestros y profesionales de la educación. A los que dificultan el acceso a las becas, reducen o eliminan las de comedor y transporte y acaban con la gratuidad de los libros de texto. Celebrar con quiénes sustituyen las bajas con cuentagotas no sería, por ser suave, nada digno. Quiénes aumentan las ratios o reducen apoyos y desdobles no son buenos amigos para una celebración. Brindar con aquéllos que ahogan la universidad pública (y a quiénes en ella estudian) puede resultar indigesto. No me sentiría cómodo celebrando un día así con quiénes no permiten que la ciudadanía exprese, bajo su libertad de opinión y manifestación y de manera pacífica, su disconformidad con quiénes les imponen las opresiones del siglo XXI. ¿Cree alguien que los usuarios, por ejemplo, de Escuelas Infantiles o bibliotecas quieren celebrar nada con estos gobernantes? Lo dudo.
Por el contrario, si es una alegría celebrar este día con quiénes han dejado clara su negativa a los recortes en educación que afectan a todo el mundo: profesionales, alumnado y padres y madres. Muchos docentes que siempre han parado, se han concentrado, han informado y manifestado por la Educación Pública y, con su actitud, han dado una gran lección a su alumnado: la lección de la no resignación ante las medidas injustas. Podemos celebrar que la Enseñanza cuente, además, con madres y padres que han dado la batalla y aportado su presencia y saber a la formación de la Marea Verde que, sin duda y como ya ha sucedido en Madrid con la Marea Blanca, terminará parando y revirtiendo los recortes. 
Lo que está claro es que hoy debemos celebrar el Día de la Enseñanza, pero tenemos que hacerlo con quiénes defienden la pública, la de todos y todas.  No podemos acompañar a quiénes, además de lo expuesto y conocido por todos, guardan en la recamara una ley, la LOMCE, con la que pretenden convertir en un mercado de desigualdad la educación española.
Feliz Día de la Enseñanza a tod@s los que creemos en la Educación Pública de Calidad para tod@s.
 
 
Jacobo Medianero Millán
                                                                                           Responsable del Área de Educación de IU CLM

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