La ministra de Empleo asegura que gracias a la reforma de las pensiones se han reducido en un 6,5% las jubilaciones anticipadas
En 2013, un 10,4% más de trabajadores optaron por jubilarse a los 65 años
La edad de jubilación se ha dilatado en casi seis meses en un solo año
La edad real de jubilación en España aumentó en 2013
hasta los 64,3 años, frente a los 63,9 de media de 2012, debido al
incremento del 10,4 % en el número de trabajadores que se jubilan a los
65 años, ha dicho hoy la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima
Báñez.
Durante su intervención en la presentación de
un estudio sobre el sistema de pensiones, la ministra ha explicado que,
desde la entrada en vigor de las medidas para favorecer la continuidad
de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad y promover el
envejecimiento activo hace nueve meses, las jubilaciones anticipadas han
disminuido el 6,5 %.
Con dicha normativa, el
Gobierno ha querido acabar con la jubilación anticipada, que
representaba la mitad de las jubilaciones, porque generaba "un problema
financiero para el sistema" y dejaba fuera del mercado laboral a los
trabajadores "con mayor experiencia".
En este
sentido, el Gobierno ha hecho posible combinar salario y pensión, de
manera que 9.094 personas han compatibilizado el ejercicio de su
profesión con el cobro de una pensión de jubilación desde la puesta en
marcha de esta iniciativa y, de estos trabajadores, el 83 % son
autónomos.
La
ministra ha explicado que ésta es una de las medidas puestas en marcha
por el Gobierno para mejorar los ingresos y disminuir los gastos del
sistema de pensiones, lo que ha denominado como "el corazón de nuestro
modelo de bienestar".
En este sentido, ha asegurado
que "España ha apostado por un modelo público, articulado en torno al
Pacto de Toledo, que hay que preservar" y asegurar su eficiencia, si
bien hay opciones "en el marco privado a las que pueden recurrir
empresas y trabajadores".
La ministra ha explicado
que, en la toma de decisiones, los trabajadores necesitan saber cuál
será su futura pensión, una información que el Gobierno enviará este año
a los mayores de 50 y, al resto de la población activa, en los próximos
tres años.
No obstante, ha añadido que los modelos
de protección "no son cerrados ni estáticos" y que "se ven influidos"
por el entorno en el que se manifiestan, como el modelo económico, los
cambios sociales o el envejecimiento de la población.
El desafío que supone el cambio demográfico, que tornará a una forma de
pirámide invertida, es "importante" para el diseño de la política
económica española y europea para la próxima década, por lo que, según
Báñez, el sistema requiere de medidas estructurales.
El informe presentado hoy alude a la necesidad de poner en marcha un
sistema de pensiones mixto, en el que se combine la contribución pública
y la privada, con doble renta, algo que "puede requerir de recursos que
no tenemos en estos momentos", pero que es "necesario" iniciar "cuanto
antes".
Así lo ha manifestado el presidente de la
Fundación de Estudios Financieros, Juan Carlos Ureta, quien ha asegurado
que la combinación de los sistemas de reparto y de capitalización "son
la estrategia más adecuada para promover el bienestar y el crecimiento
económico sostenido".
Por su parte, el director del
estudio, Jose Antonio Herce, ha explicado que cuando se aprobó el
sistema de pensiones hace un siglo, un tercio de la población vivía a
los 65 años, fecha a partir de la que se consideró una esperanza de vida
de diez años, mientras que hoy el 36,5 % de las personas vive a los 89
años.
Fuente: www.eldiario.es
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