Reduciendo los "asesores" a la mitad, la Junta ahorraría más que reduciendo diputados
Está en tramitación parlamentaria la modificación del Estatuto de autonomía de Castilla-La Mancha, que pretende reducir el número de diputados en las Cortes
para dejarlos en una horquilla de entre 25 y 35. El portavoz del PP en
las Cortes regionales, Francisco Cañizares, autor del slogan de que se
busca “ahorrar en políticos”, defendió la reforma del Estatuto de
Autonomía con el argumento de que se ahorrarían entre 4 y 5 millones de
euros por legislatura, según cual sea el número definitivo de diputados.
Si de verdad fuese ese el objetivo, sería más sencillo aplicar al
personal de confianza eventual, que son políticos al fin y al cabo
designados a dedo, la misma receta que han aplicado a los chóferes de la
Junta, que se han reducido a la mitad. Sólo la Presidenta y su
Consejería de Presidencia, a cargo del “fontanero” Leandro Esteban,
gasta en altos cargos y personal eventual más de 3,25 millones de euros anuales para pagar a 77 políticos (en las Cortes hay ahora 49 y sin sueldo).
Solo con que en lugar de 56 “asesores” fuesen la mitad, en una
legislatura se ahorrarían 4,3 millones de euros, o sea más que
reduciendo diputados, tal como se puede constatar con los datos del
Presupuesto de la Junta.
Y no olvidemos que el
cálculo del ahorro en diputados está evidentemente inflado por el PP
para exagerar su argumento, porque desde este año no cobran sueldo fijo y
se trata de una estimación en función del coste de dietas y de la
supuesta repercusión de los gastos generales de las Cortes en relación
al número de diputados.
Hay otro efecto perverso, desde el punto de vista democrático, que es la anulación del voto ciudadano a las opciones políticas minoritarias
La maniobra populista de Cospedal por
lo tanto no persigue el ahorro sino que pretende consolidar su
preeminencia electoral en Castilla-La Mancha, aún dando por hecho una
cierta bajada en la intención de voto al PP.
Ello se
logra acentuando la injusta distribución actual de diputados regionales
por cada circunscripción electoral provincial, que hace que el voto de
un conquense “valga más” que el de un toledano, o dicho de otra forma
que elegir un diputado “sale más caro” en votos en las provincias más pobladas,
mucho más de lo que cabría esperar en términos proporcionales, y ello
de paso beneficia al PP, más consolidado en las provincias menos
pobladas.
Hay otro efecto perverso, desde el punto de
vista democrático, que es la anulación del voto ciudadano a las
opciones políticas minoritarias. Ahora mismo hay casi 80.000 votos de
castellano-manchegos, un 6,5 % del electorado, que no se encuentra
representado en las Cortes porque decidieron no votar ni al PP ni al
Psoe. De cara a las próximas elecciones, teniendo en cuenta el
crecimiento de la intención de voto de Izquierda Unida o UPyD, que según
las encuestas podrían oscilar entre el 20 % y el 30 % conjuntamente, y
si añadimos la existencia de otros partidos minoritarios que reciben
respaldo en las urnas, tenemos que previsiblemente más de 250.000
ciudadanos de nuestra Comunidad quedarían silenciados, sin
representación. Y ello suponiendo tan sólo un 20 % de voto a esas
opciones. La mayoría, según las proyecciones, serán aquellos electores
que decidan votar a IU y a Equo.
Entre la abstención y
el voto que quedaría sin representación, se puede dar el caso de que en
las nuevas Cortes, hechas a la medida de la “ahorradora” Cospedal, sólo
estuviesen representados el 50 % de los electores y que el nuevo
Gobierno se sustentase en un 25 % de los votos o incluso menos, porque
con ese sistema se puede ganar en escaños sin ganar en votos. En definitiva visten de austeridad una ley electoral hecha a la medida del PP que es un golpe a la democracia.
¿Cuál sería la alternativa más democrática? Una circunscripción única en la región y sistema proporcional,
para que cada voto cuente igual, de verdad. Y en ese caso el número de
diputados es lo de menos. Si además se les puede elegir en listas
abiertas sería lo idóneo.
Ni ahorro, ni austeridad,
ni verdad. Lo que hay detrás de la reducción del número de diputados es
la intención de impedir que las opciones minoritarias accedan a las
Cortes, dejando sin voz a un porcentaje importante del electorado, para
consolidar a la derecha en el poder político.
Fuente: www.eldiario.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario