Un año más hemos visto cómo en Fitur, políticos e
instituciones se afanan por vender al público las excelencias turísticas
de sus respectivos territorios. La intención de llevarse tajada del
pastel turístico, uno de los pocos sectores que se han mantenido a flote
en el temporal de la crisis, hace que las administraciones se desvivan
por renovar su imagen para hacer más atractiva la oferta.
Este es el caso de Castilla-La Mancha, que aprovechando la llegada de la feria, ha estrenado estos días su nueva página web de turismo,
para mostrar al mundo los lugares y las tradiciones más significativas
de la región. En este escaparate virtual, la Junta de Comunidades ha
incluido entre las razones para visitar la provincia de Ciudad Real, el
complejo de 'La Caminera Golf'.
Con el sugerente titular 'Un entorno para soñar golpes perfectos', la web presenta este campo de 18 hoyos, que cuenta con dos declaraciones de impacto ambiental negativas
y que se encuentra en este momento en medio de proceso judicial por la
negativa de sus promotores a acatar las resoluciones de la propia
Consejería de Agricultura.
“Nos parece increíble que
se promocione una instalación que la propia administración ha declarado
ilegal”, aseguran desde la delegación ciudadrealeña de Ecologistas en Acción, organización que denunció
por la vía penal a los promotores del campo de golf, en un proceso que
se encuentra en estos momentos abierto en el Juzgado nº 2 de Valdepeñas.
Cansados de ver “la impunidad” del promotor, que desde febrero de 2007
ha hecho caso omiso a las resoluciones de la Consejería y a las
denuncias de la Conferencia Hidrográfica del Guadiana para acabar con la
extracción de agua de pozos ilegales,
Ecologistas en Acción se decidió a iniciar la vía judicial para que este
campo de golf, ubicado en una zona ZEPA (Zona de Especial Protección
para las Aves) cumpla con las exigencias de la administración y
restablezca el estado original de los terrenos.
La historia de un despropósito
La historia de este despropósito comienza en diciembre de 2005, cuando
Promociones Sagemar S.A. presenta el proyecto de construcción de un
hotel balneario de cinco estrellas en el término municipal de
Torrenueva. La Dirección General de Evaluación Ambiental realiza la
pertinente Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que para esta
edificación resultó positiva, aunque en la misma se excluye expresamente
las obras del campo de golf, que según indican en la resolución
(publicada en Diario Oficial de Castilla-La Mancha 24 de enero de 2007)
se habían comenzado a construir sin los permisos oportunos.
Poco después de la publicación de esta resolución, los promotores
presentan el proyecto específico de este campo de golf que ocupa más de
40 hectáreas entre Torrenueva y Torre de Juan Abad. En este caso la DIA
(publicada en DOCM 13 de febrero de 2008) dictamina que “el proyecto es
ambientalmente inviable” y “se insta a la restauración de la totalidad
de los terrenos afectados por las obras del campo de golf”.
Lejos de acatar esta primera resolución, el promotor presenta un
“nuevo” proyecto para obtener el informe positivo, manteniendo la base
del anterior aunque bautizándolo como “sostenible”. A pesar de esta
nomenclatura, en octubre de 2009 recibe una nueva DIA negativa (DOCM 16
de enero de 2009) en la que se sentencia igualmente que el promotor debe
restablecer los terrenos.
Las razones esgrimidas por
la Dirección General de Evaluación Ambiental para negar el permiso
pertinente a este campo de golf es su impacto negativo sobre el hábitat de varias especies de aves amenazadas, entre ellas el águila imperial (especie en peligro de extinción).
Además, en las declaraciones ambientales se apunta a los perjuicios en matería hídrológica
que este complejo golfístico podría tener en la zona, pues tendría que
utilizar para el riego, buena parte del agua de la depuradora de
Torrenueva, dedicada a recuperar el caudal del río Jabalón, que
transcurre por la zona. Una situación a la que se suman las sanciones
por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadiana por extraer agua
de cinco pozos, sobre los que existe un obligación de clausura de los
mismo en una resolución fechada en febrero de 2010.
Con el proceso judicial ya en marcha, el promotor del campo de golf
presentó por tercera vez (en septiembre de 2012) una nueva solicitud
para que la Administración evalúe otra vez el impacto ambiental y poder
así legalizar su situación. Un intento que, según los ecologistas,
responde a la intención de tener “mayor receptividad” por parte del
nuevo Gobierno regional.
“Este campo de golf lleva
siete años funcionando de forma absolutamente ilegal”, denuncian desde
Ecologistas en Acción, un tiempo en el que, según la organización ha
contado con la “complicidad” de la Junta, que ha permitido con su
dejación que este promotor actúe con impunidad. Esta presunta
complicidad se transforma ahora en colaboración activa, con la inclusión
de este complejo como uno de los atractivos turísticos de la región.
Fuente: www.eldiario.es
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