La energía cuesta cara. Y, sea del tipo que sea, recae sobre todo
sobre los hogares españoles. Según los datos de impuestos ambientales
que el INE ha publicado este martes, el uso residencial de la energía es
el que supone la mayor aportación a las arcas públicas. Las familias, a
pesar de que consuman, de acuerdo con los datos del Ministerio de Medio
Ambiente, el 19% de la energía del país, pagan el 56% de los impuestos
de este sector.
Es la primera vez que el Instituto Nacional de Estadística publica, en detalle, las llamadas ‘cuentas medioambientales’. Es por ello que se puede conocer cómo diferentes sectores han tenido que amortiguar el impuesto que regula el uso de los materiales que tengan impacto negativo sobre el medio ambiente, como establece una normativa europea de 2011.
A nivel comunitario, España no destaca por lo que recauda con los impuestos ambientales. Los datos de la oficina de estadística europea, Eurostat, indican que es el país de los veintisiete que menos percibe de este tipo de agravios fiscales: 16 mil millones de euros, el 1,6% del PIB en 2011. La media europea se sitúa en el 2,7%.
Los
impuestos que gravan directamente la contaminación –como, por ejemplo,
el efecto de determinados gases sobre la atmósfera– llevan, desde 2008,
representando el mismo mínimo porcentaje. Y, desde entonces, suponen un
1% de lo que el Estado recauda con este tipo de tributo.
"Sabemos que hay más margen de recaudación en este sentido", explica a El Confidencial un
portavoz del Ministerio de Hacienda. "De hecho, la próxima reforma
fiscal, que tendrá cuerpo en febrero, se seguirá en la línea de aumentar
el gravamen sobre la contaminación", detalla.
Los que más pagan
La
recaudación de impuestos ambientales ha bajado en los últimos años. No
ha hecho lo mismo, sin embargo, su peso sobre los hogares, que, a
cambio, es cada vez más importante. Si el total de impuestos ambientales
ha bajado en un 9% entre 2008 y 2011, la cantidad que pagan los hogares
disminuyó en menos de un 1%. Es por ello que aumentó su peso sobre el
total: hoy las familias aportan 5 puntos porcentuales más (del 55% hasta
el 60%) al total de los impuestos ambientales.
Una de las razones de la bajada de la recaudación en este tipo de impuestos reside en la explosión de la burbuja inmobiliaria. Los datos son meridianos. El sector de la construcción representó en 2008 la cuarta actividad económica por aportaciones en impuestos al Estado. Hoy, ocupa la última posición y se ha reducido a menos de un tercio del total.
Energía
Estos
datos se convierten fácilmente en un espejo de la crisis. Y, aún más,
centrándose en lo que el Estado recauda de la producción y del consumo
de energía. Los hogares tuvieron que pagar, en 2011, un 8% más que en 2008 por los impuestos sobre energía. La construcción, por su parte, pasó de suponer 200 millones al año sólo en energía a los actuales 52: una bajada del 284%.
Clasificando
así los que más bajaron, en segundo lugar se sitúa el sector de las
actividades inmobiliarias. Los cierres de empresas y la reducción de la
actividad en el sector han provocado una bajada de los impuestos que se
recaudaban en este sector del 127% en tan solo cuatro años.
Fuente: www.elconfidencial.com
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