Algunas
noticias pasan al olvido como si nunca hubieran existido. Es algo que
ocurre con demasiada frecuencia, pero de forma sistemática cuando los
implicados son los dos actuales partidos mayoritarios en las
instituciones.
En
esta ocasión me referiré a la aparecida el 15 de octubre por la que
conocíamos la imputación judicial de siete miembros de la Comisión
Ejecutiva de la desaparecida Caja Castilla La Mancha (CCM). La
Fiscalía considera que aprobaron "una serie de operaciones singulares"
que habrían derivado en perjuicio patrimonial para la entidad, según el
auto dictado. Hasta ahora tan solo se encontraba imputado en este caso
el expresidente de CCM, Juan Pedro Hernández Moltó, por presuntos
delitos de administración desleal, estafa y falsedad contable.
Deberíamos
recordar en primer lugar que lo que se está investigando nos afecta
directamente a todos los ciudadanos. Exactamente nos afecta en 9.000
millones de euros que fue la inyección de fondos públicos aprobada por
el Consejo de Ministros en marzo de 2009. Comprendiendo la dificultad
que tenemos todos para comprender estas enormes cantidades cifradas en
euros, diremos que equivale a casi un BILLÓN Y MEDIO de pesetas. Si lo
repartiéramos entre todos los castellanomanchegos, incluidos niños, nos
correspondería en torno a 680.000 pesetas por cabeza. Es decir, a una
familia de cinco miembros la quiebra de la CCM le ha costado casi TRES
MILLONES Y MEDIO DE PESETAS. Resulta evidente que deberíamos sentirnos
agraviados, y por lo tanto interesados en el fondo de la noticia.
Pero como decía al principio, la noticia ha pasado “sin pena ni gloria”, confundida entremedia de otras muchas irrelevantes.
Cuando
en el 2009 CCM es intervenida, la primera entidad bancaria en España,
el PP de Castilla-La Mancha, actuando como vocera, Dolores Cospedal,
exigió una comisión de investigación en las Cortes Regionales. El PSOE
de Barreda se negó a crearla. En las elecciones de 22 de mayo de 2011 el
PP alcanzó la mayoría absoluta en las Cortes, por lo que en
cumplimiento del más estricto sentido de la coherencia y de compromiso
con la palabra dada se esperaba que la señora Cospedal hubiera ordenado
la creación de la comisión de investigación.
Pero
esto nunca sucedió, y el PSOE continúa guardado un vergonzoso silencio.
El único partido que ha exigido la apertura de la investigación en el
parlamento regional ha sido Izquierda Unida, y eso a pesar de no tener
representación parlamentaria gracias a una injusta ley electoral.
¿Qué
habrá detrás de la quiebra de CCM que a pesar de que sea exclusivamente
el PP y el PSOE quien la formen hayan optado por “no mover” el asunto?
La
primera respuesta la podríamos obtener de los nombres de los siete
nuevos imputados: los vocales de la comisión Federico Andrés Rodríguez
Morata, Tomás Martín-Peñato Alonso, Florencio Hernández Gutiérrez, José
María Fresneda Fresneda, Emilio Sanz Sánchez y Carlos Jiménez Morante y
el secretario de la misma, José Fernando Sánchez Bódalo. Para que no se
dejen influenciar por lo que les pueda yo decir les propongo hagan un
pequeño esfuerzo: introduzcan estos nombres en el buscador de Google, y
saquen ustedes sus propias conclusiones.
Una
vez que tengan resuelto el primer interrogante sobre porqué ni Cospedal
ni Page quieren bajo ningún concepto investigar políticamente la
quiebra de la caja, debemos hacernos una segunda pregunta, cuya
respuesta dejaría caer la venda que ahora nos tapa los ojos, y ver con
claridad quienes han sido los verdaderos protagonistas de la crisis que
sufrimos y que entre todos pagamos sus consecuencias.
¿Quiénes
están detrás de la trama civil de la quiebra? ¿Cuáles han sido las
“operaciones singulares de riesgo” y que empresas y empresarios estaban
detrás de ellas?
A
estos interrogantes están convocados el PP y PSOE para que den
respuesta, es decir, de la voluntad de Cospedal y Page para crear una
comisión de investigación. Todo el retraso que llevan acumulado sin que
lo hagan, y todo lo que se demoren, viene a demostrar, una vez más, lo
pernicioso que resulta el bipartidismo al que nos tienen sometidos con
la referida ley electoral, y que la única y verdadera pinza que existe
es la formada por el PP y el PSOE, y la verdad y la ciudadanía en
general siguen siendo sus víctimas.
Juan Ramón Crespo Aguilar.
Vicecoordinador de Izquierda Unida de Castilla-La Mancha.
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