Los ingresos declarados por Cospedal como alto cargo superan el millón de euros

“No es un tema de ahorro exclusivamente, es un tema más de configuración de la política como un oficio noble que se puede realizar por personas que, además, tienen otra profesión”. Es la valoración, sin que le temblara la voz, que ha realizado María Dolores de Cospedal este mismo miércoles ante la decisión del Tribunal Constitucional de confirmar una de sus decisiones más aireadas: suprimir las retribuciones fijas que percibían los diputados del parlamento de Castilla-La Mancha.

Cospedal y la ley del embudo
En el fondo, lo que viene diciendo Cospedal es que a “la política como oficio noble” deben dedicarse aquellos que viven de otra cosa. Más allá de las valoraciones que se pudieran hacer sobre la independencia que deben tener diputados y otros cargos electos, y que puede asegurarse mucho mejor si no tienen dependencias económicas, lo más llamativo de este comentario de la presidenta de Castilla-La Mancha (y secretaria general del PP), es que choca frontalmente con su propia realidad: la que la convierte en una de las personas que más dinero han recibido en la historia por su dedicación a “la política como oficio noble”.

El pasado 23 de febrero en ELPLURAL.COM desvelába los sueldos que había cobrado la actual vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, desde que se dedica a la política con letras mayúsculas, incluyendo los sobresueldos que percibió por su ‘trabajo’ en Génova. Y les comentábamos las crecientes desavenencias que se han producido entre las dos ‘mujeres’ políticas de Mariano Rajoy, Soraya y María Dolores y la aparición de determinados dossieres en los que se recogían sus ingresos.

Hemos tenido ocasión, ahora, de tener acceso también a las cifras de los ingresos de la presidenta de Castilla-La Mancha desde que juega en ‘las grandes ligas’ del ‘noble oficio de la política’… Cifras que, como decimos, se contradicen mucho con la exigencia de ‘amateurismo’ que ha puesto en práctica para los demás miembros del parlamento que ella controla por completo, el de Toledo.

Cospedal queda ‘la última de la fila’
Vamos a los antecedentes. María Dolores de Cospedal es abogada del Estado. Lo es desde 1991 cuando aprobó las oposiciones. Podría decirse que por los pelos, ya que entró como ‘la última de la fila’, de rondón cuando ‘se cerraba la puerta’ de aprobados. No es el momento para incluir rumores, sino de recordar que, en concreto, Cospedal fue la vigésimo quinta de una promoción en la que aprobaron veinticinco. Un detalle a no olvidar. Porque luego vino a cumplirse el dicho bíblico, y la última es la que ‘mejor carrera’ ha hecho.

Como abogada del Estado, su ‘profesión’, la que si ella fuera ciento por ciento consecuente con sus palabras, debiera ser su fuente de ingresos para ejercer amateurmente el “oficio noble de la política”, Cospedal trabajó sólo unos pocos años. En concreto, menos de un lustro. Y es que en 1996 saltó ya a la Administración Pública y comenzó a vivir de la política. Y sólo de la política. Bueno, debiéramos decir, casi sólo de la política. Porque nunca renunció a seguir cobrando por los trienios que como abogada del Estado en excedencia fue sumando, aunque se limitaban a ser, lo más reciente, unos ‘humildes’ 3.600 euros anuales.

Comienza su carrera en la Administración
Damos un repaso rápido a su paso por los primeros cargos en la Administración. Comenzó, el bienio 1996-1997, como asesora del Gabinete del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, entonces un Javier Arenas al que estaba muy cercana, pero, ironías del destino, ahora está tan alejada. Después, en una carrera de récord, saltó como Consejera laboral y de Asuntos Sociales a uno de los puestos más deseados, nada menos que la embajada en Washington, aunque había quien dudaba de su nivel de inglés.

La carrera no paró ahí. En su interminable sucesión de cargos Manuel Pimentel la colocó como secretaria general técnica en el Ministerio de Trabajo. Después Jesús Posada ya como subsecretaria en Administraciones Públicas, y Ángel Acebes en 2002 la llevó a la subsecretaría de Interior, cargo que ocupaba el 11M.

La derrota electoral del PP en 2004 no significó para ella la salida de la Administración y la vuelta a ‘su carrera’, como hubiera podido hacer en consonancia con el que parece que es su pensamiento. Al contrario, se acogió a los brazos de Esperanza Aguirre, que la admitió, bien es verdad que para dejarla ‘en manos’ de Ignacio González, como consejera de Transportes (por cierto, como les hemos comentado, en estos momentos, el juez Pablo Ruz investiga algunos contratos de aquella época).

Salta a jugar en ‘las grandes ligas’.., y firma ‘los grandes contratos’
Pero fue en 2006 cuando saltó a las ‘grandes ligas’ de la política como jugadora ya del primer equipo del PP. Ese año se hizo con el control del partido en Castilla-La Mancha como baronesa, y fue designada senadora. Cargos que le valieron para destacar definitivamente y ponerse en el disparadero para que Mariano Rajoy, en la renovación de cargos que llevó a cabo en el famoso Congreso de Valencia de 2008, la nombrara ya secretaria general.

Vayamos entonces ahora a su ‘profesional’ dedicación al ‘oficio noble de la política’ y los dineros que ha percibido por ello, a pesar del amateurismo que recomienda.., para los demás.

Más de medio millón para empezar a hablar…
Hemos podido tener acceso a sus ingresos comenzando en el año 2002. Para evitar ser demasiado prolijos, sumamos los sueldos de esos años hasta que dio su salto en 2006 a la ‘gran política’. En ese cuatrienio, 2002-2005, ingresó Cospedal de los dineros de todos, los del Estado, entorno a los 375.000 euros.

En los siguientes dos años, hasta que Rajoy le entregó el poder del PP nacional, sumó por encima de 175.000 euros como senadora y por sus responsabilidades en los cargos del PP tanto en Madrid como en Castilla-La Mancha. Pero el gran salto económico lo vivió al desembarcar en Génova. Y es que su toma del mando en la sede nacional ‘popular’ significa que empieza a ser retribuida también como gran dirigente de su partido. Espléndidamente retribuida, habría que añadir.

El bolsillo de Cospedal no se entera de la llegada de la crisis
En 2008, según los documentos de que disponemos, Cospedal percibió por encima de 90.000 euros por su paso por el Senado y el parlamento de CLM. Euros a los que hay que añadir los cerca de 65.000 que el PP le pagó por los meses, desde junio, en los que ya ejercía de secretaria general. En total, ligeramente acabó el año recibiendo por encima de 160.000 euros.

Como pasó al resto de la cúpula del PP, el estallido de la crisis estuvo muy lejos de significar la llegada de tiempos de apreturas para María Dolores de Cospedal. Más bien todo lo contrario, de hecho. En 2009, sus ingresos se dispararon hasta superar los 250.000 euros (por encima de 80.000 del Senado y el Parlamento manchego, más cerca de 170.000 euros en las retribuciones del PP…, los popularmente conocidos como ‘sobresueldos’).

Tampoco le fue mal en 2010, cuando ingresó casi 225.000 euros, o en 2011, cuando sus ingresos (al ser elegida presidenta de Castilla-La Mancha en mayo tuvo que renunciar a cualquier otro ingreso, incluido el ‘sobresueldo’ de su partido, y atenerse al sueldo por su cargo electo) aún alcanzaron los 165.000 euros.

Es decir, entre 2006 y 2011, sus años de consagración, María Dolores de Cospedal por sus labores en ‘el oficio noble de la política’, al que según ella hay que dedicarse por vocación mientras se vive de la profesión, percibió una cantidad que se acercó al millón de euros.

Los dineros de Bárcenas, y los intangibles
Y nos estamos ateniendo a ‘lo declarado’. Porque aún podrían añadirse otras partidas a estos ingresos. Una de ellas está en estos momentos en los juzgados. Bárcenas asegura que entre 2008 y 2011 entregó a Cospedal 60.000 euros. Este dinero no en sobresueldos, sino dinero en ‘sobre marrón’, dinero del opaco, del que no se declara. Por cierto, entregas, al menos la de 25.000 euros en 2010 por una ‘deuda’ del PP gallego, que la Agencia Tributaria parece dar credibilidad.

Y luego está otra partida, incontrolable e inagotable para quienes ocupan un cargo en la Administración y la dirección de un partido como el PP. Nos referimos a los ‘intangibles’. Los gastos que todo ciudadano tiene: teléfono, comidas, viajes, gasolina.., pero que no pagan aquellos que se mueven en coches oficiales, hablan por teléfonos oficiales, comen en comedores y comidas oficiales… Una cantidad de dinero imposible de determinar pero que, en estos casi 20 años que lleva ya en política María Dolores de Cospedal, sumaría evidentemente unas buenas decenas de miles de euros más.

Lo que hubiera ganado si no hubiera sido política…
¿Cómo casan estos datos con su filosofía del ‘amateurismo’ que impone a los diputados del Parlamento en Castilla-La Mancha? Quizás venga bien ahora volver, una última vez, a esas palabras suyas con las que iniciábamos esta información: “la política como un oficio noble que se puede realizar por personas que, además, tienen otra profesión”.

Y también resultaría oportuno que hagamos una cuenta final.

Seamos generosos y pensemos, para hacer este cálculo definitivo, que aunque quedó la última de su promoción como abogado del Estado, María Dolores de Cospedal hubiera llegado a lo más alto en su carrera. Supongamos que durante todos estos años, hubiera alcanzado lo máximo en su ramo, ser la directora de la Abogacía General del Estado. Es decir, que ocupara el cargo que ahora ocupa Marta Silva de Lapuerta (por cierto, será otra casualidad.., Marta Silva de Lapuerta es hija del exministro franquista Federico Silva, y sobrina del extesorero del PP, Álvaro Lapuerta). En ese caso, si hubiera sido ‘la jefa’ de todos los abogados del Estado entre 2002 y 2012, tiempo en el que Cospedal ingresó, y no metemos ‘el dinero de Bárcenas’ ni los intangibles, cerca de un millón de euros por sus cargos y otro casi medio millón del PP en sobresueldos…, en ese caso, decimos, de haberse dedicado a su profesión y haber triunfado plenamente, María Dolores de Cospedal apenas hubiera ingresado la mitad de ese dinero, escasamente 750.000 euros.

Cifras de sus ingresos propios que aún así, no le impidieron tomar la decisión de ‘amateurizar’ el parlamento castellano-manchego, ni explicarlo con la frase con la que iniciábamos esta información

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Fuente:   www.lamanchaobrera.es